Características y Exposición del Calentamiento Global
Este artículo es una expansión del contenido de la información sobre derecho ambiental, en esta revista de derecho de empresa. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios para sobresalir, sobre Características del Calentamiento Global. Te explicamos, en el contexto del medio ambiente, qué es, sus características y contexto.
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¿Calentamiento global o cambio climático?
El cambio climático se ha convertido en el tema dominante del discurso medioambiental en los últimos años. Aunque el tema como tal no es nuevo, las meticulosas revisiones de la ciencia del clima que se publican periódicamente en los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), así como el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos que experimentan las personas en diferentes regiones del mundo, han dado lugar a una creciente concienciación sobre un fenómeno que amenaza con provocar cambios desastrosos en el futuro para los seres humanos y todos los seres vivos de nuestra tierra. A la hora de hablar del discurso sobre el cambio climático, parece oportuno proporcionar los antecedentes históricos y una perspectiva actual sobre la ciencia del cambio climático antes de iniciar el debate sobre el discurso en relación con este fenómeno. También se aborda en detalle la cuestión de la terminología del fenómeno, ya que los avances importantes del debate están relacionados con ella. Como en cualquier ámbito del discurso medioambiental, las representaciones de los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la forma de comunicar el cambio climático. El modo en que los diferentes actores, ideologías y perspectivas se comunican a través de la cobertura mediática influye en la perspectiva de la gente y en su acción -o inacción- política, en una medida que no debe descuidarse. Por tanto, la cuestión de cómo se enmarca el tema del cambio climático desempeña un papel importante en la forma de comunicar y construir el problema.
Perspectivas históricas
El tema de las preocupaciones medioambientales globales, como el "calentamiento global" (o el "cambio climático"), no es nuevo, sino que puede considerarse una larga tradición. La descripción del efecto invernadero se remonta incluso a la primera mitad del siglo XIX en la física y las ciencias atmosféricas; fue descrita por primera vez por el físico francés J. B. J (se puede examinar algunos de estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Fourier y luego apoyada por las observaciones experimentales de Claude Pouillet y John Tyndal. Su uso metafórico aparece por primera vez en una revista geológica publicada en 1867, donde "la atmósfera se compara con 'una inmensa cúpula de cristal', y se transforma en 'una gran casa de orquídeas'" (OED, en línea; cf. Nerlich y Hellsten, 2014: 30). La posibilidad del calentamiento global fue debatida por la Royal Geographical Society de Londres ya en la década de 1860. Sus debates hacían referencia a las investigaciones realizadas en varios continentes que sugerían que la composición de la atmósfera podría estar cambiando. Además de la preocupación por el cambio climático inducido artificialmente, los debates también se centraron en la pérdida de especies y de naturaleza virgen. La metáfora del "efecto invernadero" se ha utilizado en la ciencia del clima desde principios del siglo XX para comparar la influencia del dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera con el cristal de un invernadero que aumenta la temperatura en su interior, una comparación que permitió comprender los complicados mecanismos que funcionan en la atmósfera. La metáfora del invernadero se utilizó por primera vez en artículos científicos y posteriormente apareció en los medios de comunicación; se difundió especialmente en la década de 1980, con picos a finales de esa misma década, cuando el cambio climático se convirtió en una cuestión política, y en particular un año antes de la Cumbre de Río de 1992, que se caracterizó por la presión de los científicos a favor de una acción global sobre el cambio climático. La metáfora se ha mantenido en uso en relación con el cambio climático desde entonces, con diferentes tendencias al alza y a la baja.
Terminología
El lenguaje utilizado para hablar sobre el medio ambiente (como sobre cualquier otro campo) puede funcionar -de forma intencionada o no- de diversas maneras: el lenguaje puede emplearse de forma aparentemente neutra y, sin embargo, restar importancia u ocultar la explotación del medio ambiente aparentando ser neutral. En otros casos se aplican "eufemismos", una estrategia que hace que las cuestiones parezcan más positivas de lo que realmente son. La tercera posibilidad reside en la elección del disfemismo (lo contrario del eufemismo), que presenta las cosas de forma más negativa que la realidad y aplica términos peyorativos. Schultz, en su trabajo de 2001, subraya la importancia del lenguaje en nuestros intentos de proteger el medio ambiente y aboga por sustituir los términos convencionales por alternativas que favorezcan nuestro entorno. En este sentido, propone que los términos "calentamiento global" y "efecto invernadero" se sustituyan por la expresión "dislocación climática (inducida por el hombre)", ya que la considera "más precisa desde el punto de vista de los hechos". Calentamiento global se define como un aumento gradual de la temperatura general de la atmósfera de la Tierra, generalmente atribuido al efecto invernadero causado por el aumento de los niveles de dióxido de carbono, CFC y otros contaminantes. El "cambio climático" se define como un cambio en los patrones climáticos globales o regionales, en particular un cambio evidente desde mediados o finales del siglo XX en adelante y atribuido en gran medida al aumento de los niveles de dióxido de carbono atmosférico producido por el uso de combustibles fósiles. Los dos términos se distinguen de forma similar -aunque con un lenguaje menos técnico- por The Climate Reality Project, una organización no gubernamental (ONG) fundada por el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, cuyo objetivo es crear un movimiento mundial de protección del clima. Según el The Climate Reality Project, 2016, el "calentamiento global" se aplica a la tendencia a largo plazo del aumento de la temperatura media mundial, mientras que "cambio climático" es un término más amplio que refleja el hecho de que la contaminación por carbono hace algo más que calentar nuestro planeta. La contaminación por carbono también está cambiando los patrones de lluvia y nieve y aumentando el riesgo de tormentas y sequías intensas. El Climate Reality Project remonta el término "calentamiento global" a la década de 1950 y profundiza en su uso posterior en las décadas siguientes. Al parecer, el término "calentamiento global" apareció por primera vez en un editorial de un periódico en 1957, pero generalmente se atribuye a Wallace Broecker, que utilizó el término en su artículo "Climatic Change: ¿Estamos al borde de un calentamiento global pronunciado?" (1975). Este término sustituyó a la expresión "modificación inadvertida del clima", que se había aplicado a principios de la década de 1970 a la influencia de las actividades humanas en el clima de la Tierra en un momento en que no estaba claro si las emisiones industriales tendrían un efecto de enfriamiento o de calentamiento. Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias, conocido como Informe Charney, publicado en 1979, estableció claramente el impacto del dióxido de carbono en el clima y adoptó la terminología de Broecker. En el Informe Charney se utilizó "calentamiento global" para describir el aumento de la temperatura de la superficie de la Tierra, mientras que cualquier otro cambio relacionado con el aumento del dióxido de carbono se resumía con la expresión "cambio climático". El término 'calentamiento global' también se utilizó en el testimonio de James E.
Hansen ante el Congreso sobre el clima y el calentamiento global, que tuvo una gran repercusión en la prensa y provocó una explosión del uso de este término. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y otras ONG han adoptado el término "cambio climático global" por considerarlo una descripción más precisa del fenómeno). Según parte de la literatura, el término "calentamiento global" fue sustituido por el de "cambio climático" en 2003 por Frank Luntz, asesor de la administración Bush, con el propósito de que sonara menos amenazante y de que se ocultara la responsabilidad humana. Mientras que los términos "efecto invernadero" y "calentamiento global" se basan en la analogía de la Tierra con un invernadero, una metáfora más cercana a la experiencia humana y que, por tanto, puede entenderse con bastante facilidad, "cambio climático" parece más distante, remoto y abstracto. Una breve investigación sobre el uso actual de estos términos ha revelado que actualmente el término "cambio climático" es claramente el favorito, como indican las 103.000.000 de búsquedas del término en Google el 20 de septiembre de 2016, mientras que "calentamiento global" apareció 37.900.000 veces. En la literatura de investigación, los dos términos se utilizan con frecuencia indistintamente, aunque "cambio climático" también parece ser la versión preferida. Sin embargo, no hay ningún indicio claro de que la estrategia de velado de Luntz haya servido para desviar la atención de la cuestión y hacerla parecer más inofensiva dando preferencia al término "cambio climático". La responsabilidad humana se ha sugerido con mayor certeza con cada informe sucesivo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y también ha sido más aceptada por los medios de comunicación. Aunque los dos términos significan en realidad cosas ligeramente diferentes -el "cambio climático" se refiere a fenómenos más amplios que el "calentamiento global"-, los términos se utilizan indistintamente en la mayoría de los contextos y probablemente no tienen connotaciones muy diferentes.
Temas Críticos
El encuadre del cambio climático
Enmarcar significa seleccionar algunos aspectos de una realidad percibida y hacerlos más destacados en un texto de comunicación. En otras palabras, al centrarse en determinados aspectos e informar sobre hechos seleccionados, el autor puede proyectar ciertas perspectivas mientras ignora o deja de lado otros posibles puntos de vista. Según Lakoff (2010), "framing" es el término técnico que se utiliza para la comprensión en las ciencias cognitivas. Sostiene que pensamos en términos de sistemas de estructuras que se denominan marcos. Los marcos son evocados por significados particulares de las palabras. Los marcos son construcciones cognitivas y culturales, es decir, son modelos culturales que nos ayudan a estructurar nuestro conocimiento. Los marcos explican cómo entendemos el significado de determinadas palabras, ayudan (en casos problemáticos) a la categorización y ayudan a dar cuenta de las múltiples comprensiones de una misma situación
Elementos lingüísticos en el encuadre: Palabras y metáforas
Los estudios sobre el encuadre han investigado con frecuencia los elementos léxicos que desencadenan determinados encuadres, sus colocaciones y las palabras clave relacionadas con estos encuadres. Además, se han estudiado las metáforas como un poderoso dispositivo de encuadre. La metáfora nos permite hablar y, potencialmente, pensar en algo en términos de otra cosa. En su teoría de la metáfora conceptual, Lakoff y Johnson (1980) afirman que nuestro sistema conceptual es de naturaleza metafórica y, por tanto, las metáforas también influyen en nuestra forma de pensar y de percibir el mundo. Los fenómenos científicos suelen ser complejos y no son fácilmente accesibles a nuestros sentidos y nuestra comprensión. Las metáforas ayudan a acceder a estos ámbitos complejos y abstractos y, al mismo tiempo, 'enmarcan' los fenómenos en cuestión de formas particulares, poniendo en primer plano algunos aspectos y en segundo plano otros. Según Kövecses (2006: 135), "la metáfora es la interacción de dos modelos culturales" (o marcos) que son el dominio de origen y el dominio de destino. Kövesces señala además que las metáforas no son sólo un fenómeno lingüístico y cognitivo, sino que pueden llegar a encarnarse en la práctica cultural de una sociedad. En política, el reencuadre basado en metáforas es una estrategia habitual para presentar determinadas cuestiones bajo una nueva luz que apoye las respectivas convicciones políticas de los políticos que la utilizan. La cuestión de cómo se enmarca el cambio climático en los medios de comunicación ha sido objeto de un importante número de estudios en el ámbito del discurso sobre el cambio climático. Entre los muchos marcos que se han identificado, los cinco más mencionados son:
certeza/incertidumbre,
riesgos (fenómenos meteorológicos extremos/catástrofes naturales) o incertidumbre,
negocios y economía,
seguridad climática y
mitigación.
Estos marcos pueden aparecer como representaciones dominantes, pero también en combinación entre sí o con otros marcos. Al mismo tiempo, estos marcos también pueden considerarse los temas dominantes del debate. En las secciones siguientes se analizarán en detalle los marcos enumerados anteriormente.
Certeza/Incertidumbre
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha establecido la influencia humana en las emisiones de gases de efecto invernadero y, por tanto, en el cambio climático. En sus informes, el grado de certeza relativo a las causas antropogénicas se expresa en términos de probabilidad. El quinto informe del IPCC, por ejemplo, afirma que es "extremadamente probable" que las principales causas del cambio climático sean de origen humano. El grado de probabilidad se ha calculado entre el 95% y el 100%. Mientras que en otros ámbitos de la vida social un porcentaje tan elevado se comunicaría probablemente como un hecho probado, los científicos pretenden presentar sus conclusiones con la mayor precisión posible. Según Cook et al. (2013), el 97% de los científicos del clima están de acuerdo en que el cambio climático es en gran medida antropogénico. Sin embargo, los negacionistas del cambio climático suelen utilizar expresiones con un grado de certeza mucho menor al abordar la cuestión de la responsabilidad humana, y emplean términos que reflejan la duda con respecto a los resultados científicos y el grado de consenso entre los científicos. La información de los medios de comunicación suele enmarcar el cambio climático con respecto a la (in)certeza. En su estudio sobre las representaciones mediáticas del cambio climático en los informativos de la televisión y la prensa escrita de Estados Unidos entre 1995 y 2006, Boykoff (2007: 479) muestra que el consenso científico generalizado de que el cambio climático se debe en gran medida a la actividad industrial humana se enmarca como "contención y conflicto" y analiza los efectos que esto tiene en la política y la opinión pública. Esta representación del cambio climático en los medios de comunicación ofrece una imagen que expresa un grado de incertidumbre y debate mucho mayor sobre la naturaleza antropogénica del cambio climático que el consenso científico general. El encuadre del cambio climático en los periódicos estadounidenses se produce con frecuencia en términos de debates, controversia e incertidumbre. Los periódicos estadounidenses se han quedado muy por detrás de otras noticias, en particular en comparación con el Reino Unido, en el sentido de que hasta 2005 se informaba de las fuentes del cambio climático como algo controvertido, a pesar de que el consenso científico afirma desde hace tiempo su origen mayoritariamente antropogénico.
Un estudio publicado en 2009 también mostró que el nivel de certeza expresado sobre las causas y los efectos del cambio climático era menor en los periódicos estadounidenses (con variaciones regionales) que en los británicos. Una comparación de la comunicación de los periódicos sobre el calentamiento global en Estados Unidos y Europa ha demostrado que los medios estadounidenses se centran en la incertidumbre, proyectando una visión crítica de la investigación existente, aunque existe un consenso a gran escala entre los científicos sobre el tema. El tema como tal se presenta con una actitud más bien neutral, mientras que la información alemana, por el contrario, hace hincapié en la certeza científica.
Riesgo o incertidumbre: fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes naturales
El encuadre del cambio climático como catástrofe, miedo, desastre y muerte se ha encontrado con mucha frecuencia en la información de los medios de comunicación y también caracterizó el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC (2007), mientras que los términos "optimismo" y "oportunidad" en relación con la mitigación de los impactos potencialmente negativos sólo se han encontrado en raras ocasiones. Un estudio sobre el cambio climático en los periódicos europeos (sobre todo en las noticias alemanas) hace hincapié en la certeza científica y representa el cambio climático como una catástrofe, mientras que los medios de comunicación del Reino Unido también presentan una visión muy alarmista. La información alarmista también prevaleció en los periódicos argentinos y colombianos, donde el cambio climático se presentó en términos de escenarios potencialmente catastróficos. Los informes subrayaban la necesidad de una acción inmediata y señalaban el progreso social que dicha acción inmediata podría promover. Los informes alarmistas presentan el cambio climático como un problema inmenso que escapa al control humano. Se caracteriza por un léxico extremo y un tono de urgencia. Además, hace uso de un registro casi religioso de la muerte y la fatalidad y de un lenguaje de aceleración e irreversibilidad. Como el problema se representa a una escala tan grande que parece estar más allá del control humano, desalienta la acción humana para resolver el problema. Painter (2013) sostiene que la comunicación sobre el cambio climático debería centrarse en los riesgos que conlleva un aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero -en el sentido de que pueden provocar fenómenos meteorológicos extremos y tener una serie de otros impactos potencialmente devastadores- en lugar de en las incertidumbres relacionadas con la ciencia del clima, ya que es más probable que el marco del riesgo aumente la conciencia de la urgencia del problema y promueva la acción política. La comunicación del riesgo debe basarse en ámbitos que resulten familiares a la gente, como los riesgos sanitarios y los riesgos relacionados con la propiedad, como los incendios, ya que la mayoría de las personas están dispuestas a tomar medidas de precaución, como los seguros, en estos casos, mientras que no parecen estar igual de preocupadas por las posibles consecuencias del cambio climático, aunque los riesgos relacionados con él sean mayores y la probabilidad más alta. Mucha gente no es consciente de que existe una diferencia sustancial entre la comprensión pública de la incertidumbre (en la ciencia) y la visión de los científicos. Mientras que el público puede interpretar la incertidumbre como una falta (relativa) de conocimiento o incluso ignorancia, los científicos tratan la incertidumbre como un hecho cotidiano que existe en la mayoría de los ámbitos de la ciencia y que incluso puede dar lugar a preguntas interesantes. El hecho de centrarse en la incertidumbre puede dar lugar a la disminución del problema y, en consecuencia, a la inacción, ya que el público puede tener la sensación de no saber qué hacer y cuestionarse si debe preocuparse. Por eso se ha aconsejado que la comunicación sobre el cambio climático se aleje de la comunicación de las incertidumbres técnicas y se centre en los riesgos para la sociedad. Sin embargo, el marco de riesgo no debe emplear un lenguaje de desastre, alarmista o catastrófico, que se basa en el miedo. Se ha demostrado, según Painter, que esto atrae la atención de los medios de comunicación, pero no promueve el compromiso del público, a menos que vaya acompañado de "mensajes positivos o ejemplos concretos de lo que se puede hacer".
Empresas y economía
Las consecuencias económicas del cambio climático fueron puestas de manifiesto por el Informe Stern, publicado en 2009, en el que se calcularon las consecuencias de la acción medioambiental frente a los costes de la inacción. Good (2008) investigó el encuadre del cambio climático con respecto al contexto social, las causas, las consecuencias y las soluciones en los periódicos estadounidenses, canadienses e internacionales. Esta investigadora se basa en la opinión de Herman y Chomsky (1988) de que los medios de comunicación sirven principalmente a los propósitos de la élite (que sirve a los intereses de las políticas neoliberales). El framing, en su opinión, es una de las herramientas dominantes utilizadas para lograr estos propósitos. Mientras que la mayoría de los medios de comunicación estadounidenses, por ejemplo el New York Times, dejaron de presentar el cambio climático como un problema, los medios británicos (por ejemplo, The Times) se centraron en la búsqueda de soluciones al problema, y no se cuestionó la existencia del cambio climático. Los científicos tienden a enmarcar el cambio climático con respecto a los problemas y las causas, mientras que los políticos se centran en los juicios y los remedios. Zamith et al. (2012) analizaron el encuadre del cambio climático en artículos periodísticos de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia, todos ellos basados en fuentes gubernamentales. Los marcos predominantes en Estados Unidos y Brasil fueron la responsabilidad pública y la gobernanza, el desarrollo económico y la competitividad y, en menor medida, la incertidumbre científica. Los informes de estos dos países presentaron a los gobiernos como un intento de abordar activamente el desafío del cambio climático en sus políticas y se centraron en el impacto económico (negativo) de las posibles soluciones.
Seguridad
Enmarcar el cambio climático en términos de seguridad adquirió especial relevancia en torno a 2007. La "securitización" del medio ambiente ha sido criticada por varios autores, entre ellos los investigadores de la Escuela de Copenhague, ya que el término "seguridad conlleva una lógica o racionalidad específica" relacionada con las medidas de emergencia que permiten la ruptura de las normas por parte de las autoridades estatales que, de otro modo, se basarían en decisiones democráticas en el proceso político. La conexión entre el clima y la seguridad se ha planteado sobre todo en el plano político, por ejemplo, por parte de la Unión Europea y las Naciones Unidas (Asamblea General de las Naciones Unidas, 2009). El cambio climático se ha relacionado con las guerras climáticas y con nuevos tipos de conflictos; también se ha argumentado que el encuadre de la seguridad promueve el antagonismo y la acción militar y podría favorecerlos por encima de la toma de decisiones internacionales bajo los auspicios de los organismos medioambientales. Es más, también podría conducir a medidas políticas equivocadas. Además, invita a la adopción de medidas reactivas y al conflicto/antagonismo ante una amenaza existencial en lugar de medidas preventivas que serían más eficaces en relación con el riesgo. Además de considerar las consecuencias económicas como amenazas, otras amenazas mencionadas en el discurso de la seguridad climática fueron la seguridad alimentaria y del agua, el suministro de energía, la inmigración y los estados fallidos. En el discurso de la seguridad climática, la atención a las emisiones se ha vinculado estrechamente con la seguridad energética. Este vínculo puede considerarse problemático en dos sentidos. En primer lugar, crea la ilusión de que reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y cambiando a la energía nuclear y a los biocombustibles se resolverá la crisis medioambiental, sin tener en cuenta que el cambio climático es sólo una parte de la complejidad de los problemas medioambientales. En segundo lugar, el vínculo entre la seguridad climática y la seguridad energética se asocia automáticamente con la seguridad nacional, mientras que el objetivo de la seguridad climática debería ser trabajar de forma cooperativa en una solución global. El discurso de la securitización también ha producido dos conceptualizaciones diferentes: Una ve el cambio climático como una amenaza, mientras que la otra ve las políticas medioambientales como una amenaza, como demuestra George Bush, que se retiró del Protocolo de Kioto con el argumento de que el estilo de vida estadounidense no debía ser cuestionado.
Mitigación-Búsqueda de soluciones
Muchas organizaciones y actores diferentes proponen consejos y/o soluciones al problema del cambio climático: organizaciones intergubernamentales como el IPCC, gobiernos nacionales y regionales, ONG y activistas individuales. La mitigación y la adaptación han sido designadas como contribuciones importantes para reducir los gases de efecto invernadero y hacer frente a los efectos del cambio climático. El IPCC afirma que "la mitigación es una intervención humana para reducir las fuentes o mejorar los sumideros de gases de efecto invernadero" (Quinto informe resumido del IPCC para responsables de políticas, p. 5). El IPCC también afirma que los distintos países se enfrentan a diferentes retos en este ámbito y tienen que actuar en función de sus medios y capacidades, implicando a varios grupos de actores a nivel local, nacional e internacional. Los estudios sobre el discurso de la mitigación del cambio climático han revelado que en el Reino Unido, en particular, esto se ha relacionado con la creación de innumerables "compuestos de carbono" que han demostrado funcionar como dispositivos de encuadre para la dieta, las finanzas y el pago de impuestos, el racionamiento en tiempos de guerra y los imperativos religiosos. Estos fueron analizados en un estudio sobre el encuadre léxico y las metáforas en la mitigación del clima que aconseja al público sobre cómo reducir su huella de carbono. La geoingeniería se ha promovido como otra forma de afrontar el cambio climático y sus consecuencias y se ha considerado una vía de escape en caso de que fracasen todos los demás intentos de reducir el calentamiento global. Se trata de una tecnología que intenta combatir el aumento de las temperaturas. Los principales métodos son reflejar la luz solar fuera del planeta o extraer dióxido de carbono de la atmósfera. La geoingeniería se ha debatido con respecto a sus implicaciones sociales y éticas, pero también como una oportunidad para la innovación. Nerlich y Jaspal (2012) descubrieron que la geoingeniería se enmarcaba como el Plan B, o la única póliza de seguro para el calentamiento global. El planeta Tierra fue visto en términos de la metáfora "EL PLANETA ES UNA MÁQUINA", que conceptualiza el planeta como una máquina que está rota pero que puede ser arreglada, o "EL PLANETA ES UN CUERPO/PACIENTE" que necesita ser salvado o curado. Estos autores encontraron que el marco general de la geoingeniería era positivo. Advirtieron sobre el uso de determinadas metáforas en el debate público y político, argumentando que el encuadre metafórico podría conducir en última instancia a consecuencias desastrosas. El mensaje que se transmite es que la geoingeniería es la única opción para salvar a la humanidad, argumentando que las metáforas empleadas "podrían llamarse 'metáforas con las que vivimos' o 'metáforas con las que sobrevivimos'" ya que la aplicación de la geoingeniería podría contribuir finalmente al exterminio de la especie humana. Revisor de hechos: Warrent
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