Delitos Laborales
Este texto se ocupa de los delitos laborales, como infracciones de las normas laborales tipificadas como delito en el Código Penal. Es innegable que el fraude en las prestaciones por incapacidad existe, pero representa una pequeña proporción de la fact
Delitos Laborales
Ese artículo es una ampliación de la información sobre derecho penal económico, en esta revista de derecho empresarial, sobre los delitos laborales. Nota: puede interesar asimismo la consulta relativa a información sobre la Deshonestidad Laboral.
Te explicamos, en el marco del derecho penal económico, qué es, sus características y contexto.
Noción de Delitos Laborales
En materia de empleo y relaciones laborales en la Unión Europea y/o España, se ha ofrecido [1], respecto de delitos laborales, la siguiente definición: Infracciones de las normas laborales tipificadas como delito en el Código Penal; se regulan hoy con el nombre de delitos contra los derechos de los trabajadores (una expresión más tradicional es la de delito social) en los arts. 311 a 318 CP. Se incluyen entre ellos determinadas prácticas de contratación, en fraude o perjuicio grave de los derechos laborales (tráfico ilegal de mano de obra, empleo abusivo de extranjeros (referido a las personas, los migrantes, personas que se desplazan fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de una frontera internacional, de forma temporal o permanente, y por diversas razones) sin permiso de trabajo, participación en emigraciones clandestinas o ilegales). Asimismo figuran entre los delitos laborales los actos que lesionan gravemente la libertad sindical y el derecho de huelga; o que afectan a la libertad personal mediante piquetes violentos, coercitivos o intimidatorios; así como los actos que suponen discriminación en el empleo o en las condiciones de trabajo; y las infracciones graves a las normas de seguridad y salud en el trabajo (explicación) (explicación). Cuando sean atribuibles a personas jurídicas se imponen las penas a administradores o encargados del servicio.
El fraude en las prestaciones por incapacidad
En España, en relación al fraude para obtener o conservar prestaciones por incapacidad temporal, la LGSS determina que el subsidio por incapacidad temporal podrá ser denegado, anulado o suspendido cuando el beneficiario haya actuado fraudulentamente.
En el Reino Unido, el entonces gobierno de coalición pretendía, en 2012, reducir el número de solicitantes de prestaciones por enfermedad o discapacidad, lo que ha suscitado la preocupación de los discapacitados y sus partidarios.Entre las Líneas En particular, la política de pruebas médicas más estrictas, combinada con la retórica gubernamental (o, en ocasiones, de la Administración Pública, si tiene competencia) que implica que no todos los solicitantes actuales merecen la ayuda estatal, habían alimentado las imágenes de los medios de comunicación sobre el fraude generalizado en las prestaciones.
Es innegable que el fraude en las prestaciones por incapacidad existe, pero representa una pequeña proporción de la factura total de la asistencia social en el Reino Unido y muchos otros países. Sin embargo, la imagen del defraudador de prestaciones ejerce una influencia desproporcionada en la información de los medios de comunicación sobre la discapacidad y la asistencia social.
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Las imágenes negativas de los solicitantes de prestaciones sociales han sobrevivido en la era del Estado del bienestar moderno, en la que la necesidad de proteger a los vulnerables y de proteger los intereses del contribuyente se han mezclado en los medios de comunicación y en la política.
Ningún gobierno ha encontrado todavía la manera de permitir a los discapacitados ser socialmente útiles sin reforzar los estereotipos de fraude y culpa. Unas intervenciones más positivas y habilitadoras, como las que abordan los obstáculos sociales, culturales y económicos al empleo de los discapacitados, apoyarían mejor la dignidad humana de los discapacitados y reducirían el coste de la asistencia social.
[su_box title="Los costes directos e indirectos de la delincuencia y sus repercusiones" box_color="#242256. El coste de la delincuencia influye en la postura legal, política y cultural de la sociedad hacia la prevención de la delincuencia, y es parte integrante de los beneficios del cumplimiento de los códigos legales. En el estado ideal de cumplimiento, no habría necesidad de gastos en prevención de la delincuencia, ni costosas repercusiones de los actos delictivos, ni pérdidas debidas al miedo y la desconfianza de los demás. No alcanzaremos ese estado ideal, pero con el conocimiento del coste total de la delincuencia, también conocemos el beneficio de eliminar cualquier fracción más realista de ese coste. Véase también sobre las iniciativas y efectos de la reducción del delito.
Los primeros estudios sobre el coste de la delincuencia se centraban en determinados tipos de delitos, zonas geográficas o repercusiones directas de la delincuencia. La carga agregada de la delincuencia implica un conjunto mucho más amplio de costes directos e indirectos. El coste de la delincuencia incluye el coste de oportunidad del tiempo perdido en actividades delictivas, el encarcelamiento, la prevención de la delincuencia y la recuperación tras la victimización. [/su_box]
En el Reino Unido
La asistencia a las personas incapaces de trabajar por edad avanzada, enfermedad o discapacidad ha sido una característica constante de la asistencia social desde la legislación isabelina de la Ley de Pobres de 1601.Si, Pero: Pero definir la incapacidad siempre ha sido difícil, lo que ha alimentado las sospechas, mientras que los intentos de distinguir a los auténticamente necesitados del resto de los pobres han sido igualmente frecuentes y se han intensificado desde el siglo XIX. Históricamente, esto ha funcionado no sólo para proteger el derecho de las personas enfermas y discapacitadas a las ayudas, sino para imponer divisiones y fomentar la desconfianza, aumentando las sospechas sobre la condición de merecedores de muchos solicitantes discapacitados. Estas divisiones han formado parte de la política de bienestar y han sido perpetuadas por los medios de comunicación durante cientos de años. Los medios de comunicación también desarrollaron imágenes de tipos de discapacitados buenos y malos, estableciendo que para ser merecedor de asistencia se requería la conformidad con ciertos valores culturales, en lugar de una simple demostración de necesidad.
La historia de la discapacidad no es sólo una historia de la preocupación de la sociedad por sus miembros más vulnerables. También es una historia de desconfianza, en la que se ha cuestionado constantemente la autenticidad (véase qué es, su concepto; y también su definición como "authentication" en el contexto anglosajón, en inglés) de los síntomas.Entre las Líneas En el siglo XVIII, al igual que en la actualidad, cada vez se reclama más que la asistencia social se asiente sobre bases médicas más sólidas, con el objetivo no sólo de rehabilitar y reincorporar a las personas al trabajo, sino también de vigilar y detectar la impostura. Esto ha creado actitudes sociales divisivas hacia las personas discapacitadas y ayuda a explicar por qué las personas discapacitadas están hoy tan preocupadas por la actual retórica gubernamental (o, en ocasiones, de la Administración Pública, si tiene competencia) sobre los auténticos necesitados. El temor es que, mediante una política de orientación de las ayudas hacia los más "evidentemente" necesitados y de denigración de los "gorrones", el gobierno pueda infligir recortes perjudiciales que afecten a la vida de muchas personas con discapacidad. También facilita la retirada de las ayudas a las personas que encajan de forma menos evidente en una determinada imagen de la discapacidad, o cuyas deficiencias son menos fáciles de clasificar. Se trata de personas cuyas deficiencias pueden estar ocultas, o cuyo grado de incapacidad puede variar, pero para las que el apoyo a los cuidados y la movilidad es esencial para la calidad de vida y las perspectivas de empleo.
El estudio de la discapacidad desde el punto de vista histórico nos alerta sobre la longevidad de los estereotipos de los medios de comunicación modernos y su evolución a lo largo del tiempo, lo que respalda los recientes llamamientos a los políticos para que presten una cuidadosa atención al lenguaje a la hora de debatir la reforma de la asistencia social y resistan la tentación de apelar a los prejuicios populares. Es innegable que el fraude en las prestaciones sociales siempre ha existido.Si, Pero: Pero nunca ha habido pruebas de que un gran número de personas prefieran vivir con prestaciones bajas si son capaces de trabajar para ganar más. Las pruebas históricas sugieren que las personas con discapacidades y enfermedades crónicas han trabajado a menudo, aunque en su mayoría en empleos relativamente serviles y mal pagados, y muchos vieron la dependencia de las prestaciones como un último recurso.
El aumento del coste de las prestaciones sociales es un verdadero reto político. Sin embargo, es el resultado del aumento de la población de discapacitados debido a las mayores tasas de supervivencia, y no del aumento del fraude. Seguirá siendo difícil para el gobierno hacer llegar su mensaje de que las reformas pretenden ayudar a los más vulnerables cuando las percepciones de los medios de comunicación sobre los tipos más vulnerables refuerzan los estereotipos negativos. Ningún gobierno, incluido el actual, ha encontrado una forma de permitir que las personas discapacitadas sean socialmente útiles (mediante el empleo o de otro modo) que no refuerce simultáneamente los estereotipos de fraude y culpa. A pesar de los numerosos problemas que presenta el actual sistema de comprobación de la aptitud para el trabajo, parece poco probable que ningún gobierno invierta la tendencia de 200 años de política de bienestar social de someter a los solicitantes de prestaciones por enfermedad y discapacidad a una vigilancia médica.Si, Pero: Pero esto debe hacerse con sensibilidad, de forma que se escuche y responda a las voces de las personas discapacitadas. Es fundamental consultar eficazmente a las personas discapacitadas y a sus defensores, escuchar sus preocupaciones y comunicar mejor los objetivos de la política. También lo es comprender la historia de la discapacidad, el problemático legado de la intervención médica en la vida de los discapacitados y los mensajes contradictorios legados por siglos de estereotipos y clasificación cultural a los que han sido sometidos.
Los manifestantes de las marchas de octubre expresaron su indignación por los efectos desproporcionados de la reducción del gasto en bienestar y servicios públicos sobre los enfermos y discapacitados. La historia de la asistencia social demuestra el compromiso de larga data de apoyar a los miembros más vulnerables de la sociedad. Sin embargo, la política social no siempre ha abordado las necesidades de la forma más adecuada.
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Las intervenciones médicas y asistenciales coercitivas han empañado durante mucho tiempo las experiencias de los discapacitados. Los responsables políticos deben esforzarse más por establecer un mejor entendimiento entre el Estado y quienes dependen de su ayuda. Las solicitudes fraudulentas restan recursos a quienes más los necesitan.Si, Pero: Pero tratar a todos los beneficiarios de las prestaciones por discapacidad como defraudadores potenciales desmoraliza y atemoriza a los necesitados. Es contraproducente y un despilfarro de recursos someter a esas pruebas a quienes tienen discapacidades permanentes que probablemente no mejoren.
Los obstáculos para el empleo no sólo residen en las deficiencias del individuo, sino en el entorno discapacitante del lugar de trabajo, la falta de transporte asequible y la falta de voluntad de los empresarios para "arriesgarse" con los trabajadores discapacitados, especialmente en tiempos de dificultades económicas. Abordar estas cuestiones, en lugar de perseguir a los solicitantes y fijarse en el problema del fraude en las prestaciones por discapacidad, permitiría a los discapacitados trabajar mejor y reducir los costes de los cuidados a largo plazo.
Datos verificados por: Brian Tema: psicologia. Asunto: discriminacion.
Recursos
A continuación, ofrecemos algunos recursos que pueden interesar sobre el tema de este artículo.
Notas y Referencias
Concepto sobre delitos laborales originariamente publicado por la Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas y S&M, Ltd,; adaptado luego por Antonio Martín V. et al. para FEMCVT, Irlanda
Véase También
Infracciones laborales
Accesibilidad Tecnología asistencial Abuso de la discapacidad Bandera de la discapacidad Delitos de odio por motivos de discapacidad Desfavorecidos