División del Trabajo
Este artículo es un complemento de la información sobre derecho laboral o del trabajo, en esta revista de derecho empresarial. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el marco del derecho del trabajo, sobre la división del trabajo.
Puede:
interesar consultar, más específicamente, "División de Trabajo por Género", y
acerca de la división internacional del trabajo, en general.
Te explicamos, en relación a la seguridad social y el derecho laboral, qué es, sus características y contexto.
Visualización Jerárquica de Teoría Organizacional
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División del Trabajo y la Teoría Organizacional
La división del trabajo es la razón más clásica para la creación de organizaciones, que proviene del argumento de Adam Smith, en su obra de 1776, La riqueza de las naciones, de que una sola persona apenas podría hacer un alfiler, pero una organización de trabajadores podría hacer miles si el trabajo se divide en pasos. Esto ocurre en gran medida mediante el uso de la tecnología, definida por Galbraith (1967) como "la aplicación sistemática de conocimientos científicos u otros conocimientos organizados a tareas prácticas". Esto es posible cuando las tareas se dividen en sus componentes de tal manera que llegan a ser "coterminales con algún área establecida del conocimiento científico o de ingeniería". Al tiempo que permite a la organización capitalizar mejor las habilidades especializadas de un trabajador, también permite una adecuación más rentable de las habilidades laborales a las capacidades de la mano de obra (y, en última instancia, a las tarifas salariales). Los trabajadores también están situados en un lugar central para reducir la manipulación y el almacenamiento, mejorar la supervisión y el control y reducir la necesidad de múltiples fuentes de energía. Weber también señaló que las organizaciones burocráticas con puestos de trabajo especializados eran más eficientes. Giddens (1983) señala que Weber establece una fuerte conexión entre mecanización y burocracia al hablar de precisión, estabilidad y fiabilidad. Por supuesto, la división del trabajo requiere mayores costes de coordinación y puede añadir regidez al proceso de producción. Ha dado lugar a la jerarquía directiva para mejorar tanto la productividad como la eficacia. Gulick y Urwick (1937) concluyen que la división del trabajo es la base de la organización.
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Introducción: División del Trabajo
Concepto de División del Trabajo en el ámbito del comercio exterior y otros afines: Forma de producción en la cual las diversas fases de un proceso productivo se separan en tareas específicas, lo que permite el desarrollo de la especialización del trabajo y con ello el aumento de la producción y la productividad.
División Internacional del Trabajo
Del traslado del concepto de división del trabajo a la vida de relación entre los Estados nació la teoría de la división internacional del trabajo, que sostiene que los entes políticos cumplen funciones diferentes en el proceso de la producción mundial, de acuerdo con sus distintas condiciones de producción y disponibilidad de recursos. Desde los tiempos de Adam Smith (1723-1790, importante filósofo social y economista), David Ricardo y John Stuart Mill se vislumbró este fenómeno. Ricardo elaboró su teoría de los costes (o costos, como se emplea mayoritariamente en América) comparativos para explicarlo en el comercio internacional y J.
S. Mill la completó con su tesis de que cada país produce las mercancías en que tiene ventaja con relación a los otros. Esta ventaja se origina en la diversidad de aptitudes productivas entre los países. Asunto: mundo. Es la denominada “ventaja comparativa”. La tienen los que disponen de mejores condiciones —y, por tanto, costes (o costos, como se emplea mayoritariamente en América) menores— para la producción de determinados bienes. Consecuentemente cada país tiende a especializarse en la producción y comercialización (vender lo que se produce; véase la comercialización, por ejemplo, de productos) o/y, en muchos casos, marketing, o mercadotecnia (como actividades empresariales que tratan de anticiparse a los requerimientos de su cliente; producir lo que se vende) de las mercancías que le ofrecen mayores ventajas comparativas y, a cambio de ellas, importa las que se producen a costes (o costos, como se emplea mayoritariamente en América) más bajos en otros. Este movimiento de especialización a escala producirá costes (o costos, como se emplea mayoritariamente en América) decrecientes en los países productores a medida que incrementan el volumen de producción.
Lo cual aumenta sus ventajas comparativas en el intercambio de una cierta clase de productos. Durante la primera etapa de la >Revolución Industrial (véase también el impacto y las consecuencias de la industrialización) se marcó tajantemente esta diferencia. Unos Estados —los Estados en proceso de industrialización—, que fueron los que manejaron la tecnología del >maquinismo, se especializaron en la fabricación y exportación de manufacturas mientras que los países pastoriles y atrasados de la periferia y los territorios coloniales se dedicaron principalmente a la producción de materias primas para alimentar las usinas de los países centrales. En esto consistió la división internacional del trabajo que se desarrolló sincrónicamente con el industrialismo desde finales del siglo XVIII.
Según ella, a los países centrales les corresponde la función de producir y exportar manufacturas mientras que los países periféricos se especializan en la producción y exportación de materias primas.Si, Pero: Pero como la productividad y el valor agregado son mayores en las faenas industriales que en las primarias y como además se da lo que el economista argentino Raúl Prebisch (1901-1986), al frente de la Comisión Económica para la América Latina (CEPAL), denominó el “deterioro de los términos de intercambio” en las relaciones de comercio entre los países centrales y los periféricos, el enriquecimiento de aquéllos y el empobrecimiento de éstos es la lógica consecuencia de esta división del trabajo.
División del trabajo y dependencia
El cepalismo profundizó mucho en el tema con relación a América Latina.Asunto: latinoamerica. Asunto: historia-latinoamericana. Contradijo a los economistas clásicos que veían en ella un factor de progreso para todos los países. Asunto: mundo. Afirmó que la división internacional del trabajo es una de las tantas manifestaciones de la relación de dominación y dependencia que existe entre los países desarrollados y los subdesarrollados.
Con ella la dependencia está destinada a profundizarse porque en la estructura del comercio mundial (o global) se produce un creciente ”deterioro de los términos de intercambio”. Esta formulación, en su sentido más simple, significa que conforme pasa el tiempo suben los precios de las manufacturas producidas por los países industriales y simultáneamente bajan los de las materias primas del mundo subdesarrollado. De modo que cada vez se requieren más unidades de productos primarios de exportación latinoamericanos para adquirir un mismo producto manufacturado de los países industrializados. Lo cual aumenta incesantemente la “brecha” económico-social entre ellos y profundiza la <dependencia. En todo esto hay varias incoherencias e inequidades que desmienten las previsiones de los economistas clásicos y neoclásicos. Ellos pensaron que el desarrollo del comercio internacional jugaría un papel “homogeneizador” del crecimiento de todos los países. Asunto: mundo. Pero los hechos son diferentes. El comercio internacional ha expandido unas economías y ha deprimido otras.
En la actividad manufacturera la productividad crece a una tasa mucho más alta que en la producción de bienes primarios.
Sin embargo, el incremento de la productividad no bajó los precios de los bienes industriales, como debió ocurrir por la disminución de sus costes, sino que los aumentó en beneficio del mundo desarrollado.
En los países periféricos, mientras tanto, el exceso de mano de obra disponible para la producción de bienes primarios presionó sobre los salarios y abarató los precios finales en beneficio de los países importadores. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Todo este proceso de iniquidades en la distribución de las tareas productivas y en el comercio externo ha dado como resultado la concentración de los frutos del progreso tecnológico en los países centrales. Por eso la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), desde su primer período doctrinario comprendido entre 1948 y 1955, impulsó con tanto ahínco la industrialización en los países latinoamericanos, primero por la vía de la sustitución de importaciones y después por la de industrialización hacia afuera.
Nueva división internacional del trabajo
. El avance de la tecnología moderna, sin embargo, ha llevado al mundo desarrollado hacia la etapa postindustrial del capitalismo, en el marco de la sociedad informatizada en la cual la información es la “materia prima” con la que trabajan los ordenadores electrónicos. El sector de los servicios —especialmente en el área de la computación, la informática y las telecomunicaciones— se ha convertido en el componente más importante del producto interno bruto de esos países. Ha suplantado al sector industrial. Esto ha modificado el ordenamiento económico tradicional y ha generado una nueva división internacional del trabajo.
Los países capitalistas clásicos exportaron capitales, tecnología y manufacturas hacia los países subdesarrollados, al tiempo que adquirieron de ellos materias primas y a veces mano de obra barata. Esta fue la clásica división internacional del trabajo.
Si, Pero: Pero después las cosas se modificaron, a conveniencia de los países avanzados, y hoy por medio de las empresas transnacionales exportan tecnología y capitales e importan manufacturas que les es más conveniente producir en los países periféricos de Asia y América Latina debido a la mano de obra más barata, menores exigencias sindicales, baja tributación, bajos costes (o costos, como se emplea mayoritariamente en América) de producción, restricciones ambientales en los lugares de origen, cercanía de las fuentes de recursos naturales y de los mercados de consumo y debido a otros factores. Los países desarrollados han entrado a la etapa postindustrial del capitalismo moderno que se caracteriza principalmente por el uso de nuevas tecnologías, por el enorme crecimiento del sector terciario de la economía —el sector de los servicios— y por la producción de un alto volumen de sus mercancías en fábricas montadas fuera de sus territorios. Las metrópolis han situado en los países de Asia y América Latina una parte de sus instalaciones industriales y producen allí sus manufacturas para venderlas en sus propios mercados y en los del resto el mundo. Aquí reside el secreto del éxito de los llamados dragones asiáticos: Taiwán, Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y las denominadas zonas económicas especiales de China. Este proceso significa, sin duda, una modificación de la tradicional división internacional del trabajo, puesto que los países desarrollados exportan capitales y tecnología mientras que los del mundo subdesarrollado se han convertido en exportadores de manufacturas. La nueva relación no solo que no disminuye la eficacia de los factores de dominación de los países ricos sino que, al contrario, por la vía de su optimación tecnológica y de la racionalización de su sistema productivo, ha profundizado las condiciones de Consecuentemente, uno de los efectos de la división internacional del trabajo, en la era de la globalización de las economías, son los denominados offshoring y outsourcing. El offshoring consiste en el desplazamiento de las instalaciones industriales de la empresa de un país desarrollado hacia otro lugar, donde los costes (o costos, como se emplea mayoritariamente en América) de producción son más baratos —menores salarios, impuestos más bajos, inferiores aportes al seguro social, energía subvencionada, etc.—, para fabricar allí sus productos en términos más competitivos. El outsourcing, en cambio, es la subcontratación de cualesquier servicios susceptibles de digitalizarse para que un país, que sea un suministrador más barato, rápido y eficiente, asuma la tarea de prestarlos. Estas operaciones han cobrado dimensiones masivas en China, India, Taiwán, Singapur, Tailandia, Malasia, México y otros países de reciente industrialización que, a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dan al mundo la señal de que han asumido el compromiso de someterse a las normas y usos internacionales que regulan las importaciones, exportaciones, transacciones financieras, inversiones extranjeras y demás operaciones mercantiles y financieras usuales en el comercio internacional. Los grandes empresarios occidentales empezaron a ver que esos países pueden ser socios importantes en las tareas de su producción industrial o de la prestación de servicios y, en consecuencia, volcaron hacia allá sus capitales, tecnologías, industrias y centros productivos. En este nuevo orden de cosas dentro de la etapa postindustrial del capitalismo, los países altamente desarrollados tienden a especializarse cada vez más en la producción y exportación de servicios y conocimientos, mientras que algunos de los países del mundo subdesarrollado aumentan sus índices de producción y exportación de manufacturas. En consecuencia, muchos de los bienes manufacturados que consumen las sociedades desarrolladas proceden de sus sucursales industriales montadas en los países del Tercer Mundo, con lo cual pueden optimar sus condiciones económicas y medioambientales. Hay que tener claro que el offshoring y el outsourcing no solo responden a razones económicas sino también a razones ecológicas. Dado que las tareas industriales son las que mayor cantidad de sustancias contaminantes emiten, los países industriales, junto con sus instalaciones manufactureras, transfieren las cargas y los riesgos del deterioro ambiental hacia los países del Tercer Mundo.
Con esa operación disminuyen el peso del sector industrial en el producto interno bruto, bajan su consumo de energía y disminuyen sus emisiones tóxicas. Fuente: Rodrigo Borja, Enciclopedia de la Política.
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Noción de División del trabajo basada en el género en relación con las Políticas de Género y Desarrollo
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Definición de División del Trabajo en Economía Política
Asunto: economia-politica. La división de un complejo proceso de producción en una serie de tareas más simples, cada una de las cuales se lleva a cabo por un individuo diferente que por lo general (pero no necesariamente) se especializa en una tarea (o muy pocas tareas) de forma más o menos permanente. Las ventajas de la división del trabajo para mejorar la productividad humana fueron primero ampliamente analizadas por Adam Smith (1723-1790, importante filósofo social y economista) en su clásico de 1776 La riqueza de las naciones, donde se acuñó la frase. Mientras que el famoso análisis de Smith de la fábrica de alfileres hizo hincapié en la mejora de la eficiencia técnica (el tiempo y el movimiento físico salvado por los trabajadores ya no tener que cambiar de una operación y el conjunto de herramientas a otra), sino que también tomó nota de las mejoras en la eficiencia en la asignación hecha posible mediante el desarrollo y el aprovechamiento de los trabajadores diferentes habilidades y talentos de acuerdo con el principio (en ese momento aún no nombrado) de la ventaja comparativa.
En el sentido más amplio, la extensión de la división del trabajo es la característica fundamental de una economía moderna o desarrollada, en la que se han alcanzado aumentos gigantescos en el volumen y la variedad de la producción - pero a costa de un aumento masivo de la interdependencia económica en mayor y las poblaciones más grandes extienden por zonas geográficas cada vez más grandes.
En una sociedad tan compleja, en lugar de cada individuo o una familia tratando de producir la totalidad o la mayor parte de lo que consume, el individuo se especializa en la producción de solo unos pocos tipos de bien o servicio (o tal vez solo pequeños componentes de un solo bien o servicio) y luego adquiere todos los otros bienes o servicios deseados de la producción de otros especialistas, mediante el intercambio mutuo (o, en economías no de mercado, quizás a través coercitivo o transferencia habitual). Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Vale la pena señalar que, mientras que los economistas tienden a hacer hincapié en la producción como inmenso y efectos que mejoran la eficiencia de una compleja división, geográficamente extensa y altamente especializada del trabajo y el nivel marcadamente superior de vida promedio que hace posibles, antropólogos, sociólogos, y psicólogos sociales (así como muchos filósofos, artistas y teóricos sociales) tienden a centrarse más en otros supuestos efectos secundarios no económicos de una mayor diferenciación social que se ven típicamente en una luz mucho más negativo - tales como el desarrollo de una disminución del sentido de la autoría totalidad o personales que puedan derivarse en disminuido satisfacción emocional de la obra de uno; mayores dificultades para generar un acuerdo sobre los principios morales y un sentido de solidaridad social o "pertenencia" cuando los miembros lejanos de la sociedad viven sus vidas de maneras tan variadas y desarrollan intereses tan diversos; la inseguridad de la condición social del individuo cuando la gente ya no se les asigna su lugar en la sociedad, pero deben competir continuamente con otros para conservar o mejorar sus propias posiciones sociales; la pérdida del sentido de dominio comunidad de más de un' s destino que viene con la dependencia de las personas distantes y desconocidos para la provisión de la mayoría de las propias necesidades vitales, y así sucesivamente. El análisis y la crítica de las muchas consecuencias de una división avanzada y altamente especializada del trabajo es uno de los temas centrales en la obra de tales pioneros teóricos sociales modernas como Jean-Jacques Rousseau, Karl Marx, Ferdinand Tönnies, Henry Maine, Max Weber y Emile Durkheim, por mencionar solo unos pocos, y estos mismos temas sigue siendo central a gran parte del pensamiento social contemporáneo. [Ver: el socialismo. Asunto: socialismo. Asunto: revolucion-social.
El análisis y la crítica de las muchas consecuencias de una división avanzada y altamente especializada del trabajo es uno de los temas centrales en la obra de tales pioneros teóricos sociales modernas como Jean-Jacques Rousseau, Karl Marx, Ferdinand Tönnies, Henry Maine, Max Weber y Emile Durkheim, por mencionar solo unos pocos, y estos mismos temas sigue siendo central a gran parte del pensamiento social contemporáneo. [Ver: el socialismo. Asunto: socialismo. Asunto: revolucion-social.
El análisis y la crítica de las muchas consecuencias de una división avanzada y altamente especializada del trabajo es uno de los temas centrales en la obra de tales pioneros teóricos sociales modernas como Jean-Jacques Rousseau, Karl Marx, Ferdinand Tönnies, Henry Maine, Max Weber y Emile Durkheim, por mencionar solo unos pocos, y estos mismos temas sigue siendo central a gran parte del pensamiento social contemporáneo. [Ver: el socialismo. Revisor: Lawrence
División del Trabajo en Sociología
Tema: home-sociologia. La división de un sistema productivo o económico en tareas u ocupaciones laborales especializadas, creando una interdependencia económica. Revisor: Lawrence
División del trabajo en economía
En inglés: Division of Labour in economics. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Véase también acerca de un concepto similar a División del trabajo en economía.
Introducción a: División del trabajo en este contexto
La división del trabajo ha sido un tema muy importante para los escritos económicos desde los primeros tiempos, y fue tratado con gran detalle por los principales economistas, incluyendo especialmente a Adam Smith y Alfred Marshall. Este tema puede ser de interés para los economistas profesionales. Este artículo repasa la evolución de la "división del trabajo" desde sus inicios en los escritos de los filósofos griegos a lo largo de los siglos y hasta el siglo XXI. Por tanto, también reflexiona sobre sus ramificaciones: la división internacional del trabajo, la división sexual del trabajo y su renacimiento contemporáneo como complemento esencial de la teoría del crecimiento económico, la productividad del trabajo, la cooperación entre empresas y sus límites modernos en los costes de coordinación y comunicación. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Todas las sociedades humanas presentan cierto grado de división del trabajo por sexos. Este tema puede ser de interés para los economistas profesionales. Estas divisiones siguen existiendo a medida que la participación en el trabajo remunerado ha aumentado con el tiempo. Las divisiones de género se producen entre las tareas del hogar, entre el trabajo no remunerado y el remunerado, y dentro del trabajo remunerado. Los economistas han explicado estas divisiones basándose en argumentos esencialistas y/o en los conceptos económicos fundamentales de la eficiencia de la especialización y la división del trabajo, y la inversión en capital humano.
Sin embargo, la discriminación por razón de sexo también puede provocar la división del trabajo, y los efectos de retroalimentación de dicha discriminación dificultan la tarea de desentrañar las causas de la división del trabajo por razón de sexo. Este artículo tratará de equilibrar importantes preocupaciones teóricas con debates empíricos clave para ofrecer una visión general de este importante tema sobre: División del trabajo.
Para tener una panorámica de la investigación contemporánea, puede interesar asimismo los textos sobre economía conductual, economía experimental, y macroeconometría. Datos verificados por: Sam. Asunto: economia-fundamental. Asunto: macroeconomia. Asunto: microeconomia. Asunto: ciencia-economica. Asunto: pensamiento-economico. Asunto: historia-economica. Asunto: sistemas-economicos. Asunto: politicas-economicas.
¿Qué piensas sobre este tema? ¿Tienes alguna experiencia o ejemplo que quieras compartir? ¿Cuál es tu opinión?
Recursos
A continuación, ofrecemos algunos recursos de esta revista de derecho empresarial que pueden interesar, en el marco de las relaciones laborales o de trabajo y del derecho social, sobre el tema de este artículo.
Véase También
La especialización
la economía de mercado
la eficiencia
Bibliografía
Información relacionada con "División del Trabajo" en el Diccionario de Economía Política, de Claudio Napoleoni, Ediciones Castilla.