Estado de Naturaleza
Este artículo es una profundización de la información sobre derecho ambiental, en esta revista de derecho de empresa. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios para sobresalir, sobre este tema. Te explicamos, en el contexto del medio ambiente, qué es, sus características y contexto.
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En la Filosofía de Hobbes
Puesto que para Thomas Hobbes el hombre es un lobo para el hombre], el hombre sin Estado, o sin sociedad constituida, se halla en un estado de «guerra de todos contra todos».
En contexto, ésta era, en buena parte, la situación en que se encuentra Inglaterra en la época de las guerras bajo y contra los Estuardo, y así es cómo Hobbes imagina que sucedería si desapareciera el Estado en cualquier época determinada. A esto lo llama «estado de naturaleza». "Así, pues, encontramos tres causas principales de riña en la naturaleza del hombre -escribe Hobbes en Leviatán, XIII. Primero, competición; segundo, inseguridad; tercero, gloria. El primero hace que los hombre invadan por ganancia; el segundo, por seguridad; y el tercero, por reputación.
Los primeros usan de la violencia para hacerse dueños de las personas, esposas, hijos y ganado de otros hombres; los segundos para defenderlos; los terceros, por pequeñeces, como una palabra, una sonrisa, una opinión distinta, y cualquier otro signo de subvaloración, ya sea directamente de su persona, o por reflejo en su prole, sus amigos, su nación, su profesión o su nombre. Es por ello manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que les obligue a todos al respeto, están en aquella condición que se llama guerra; y una guerra como de todo hombre contra todo hombre. Pues la GUERRA no consiste solo en batallas, o en el acto de luchar; sino en un espacio de tiempo donde la voluntad de disputar en batalla es suficientemente conocida. [...] Pues así como la naturaleza del mal tiempo no está en un chaparrón o dos, sino en una inclinación hacia la lluvia de muchos días en conjunto así la naturaleza de la guerra no consiste en el hecho de la guerra, sino en la disposición conocida hacia ella, durante todo el tiempo en que no hay seguridad de lo contrario. Todo otro tiempo es PAZ. Lo que puede en consecuencia atribuirse al tiempo de guerra, en el que todo hombre es enemigo de todo hombre, puede igualmente atribuirse al tiempo en que los hombre también viven sin otra seguridad que la que les suministra su propia fuerza y su propia inventiva.
En tal condición no hay lugar para la industria; porque el fruto de la misma es inseguro. Y, por consiguiente, tampoco cultivo de la tierra; ni navegación, ni uso de los bienes que pueden ser incorporados por mar, ni construcción confortable; ni instrumentos para mover y remover los objetos que necesitan mucha fuerza; ni conocimiento de la faz de la tierra; ni cómputo del tiempo; ni artes ni letras; ni sociedad, sino, lo que es peor que todo, miedo continuo y peligro de muerte violenta; y para el hombre una vida solitaria, pobre, desgraciada, brutal y corta. [...] De esta guerra de todo hombre contra todo hombre, es también consecuencia que nada puede ser injusto. Las nociones de bien y mal, justicia e injusticia, no tienen allí lugar. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto a sus características y/o su futuro): Donde no hay poder común, no hay ley. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto a sus características y/o su futuro): Donde no hay ley, no hay injusticia. [...] Es consecuente también con la misma condición que no haya propiedad, ni dominio, ni distinción entre mío y tuyo; sino solo aquello que todo hombre pueda tomar."
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El orden de las ideas y el orden de las cosas
Aunque su concepción de la historia como un desarrollo dividido en tres edades relacionan el pensamiento del napolitano Giambattista Vico con las posteriores interpretaciones de la historia humana mantenidas por Comte, Spencer y Hegel, se diferencia de ellos en una visión providencialista de la historia, en su optimismo renacentista presente de la evolución respecto del ideal, siempre sometida, no obstante, precisamente a la providencia que le otorga su sentido último: "El orden de las ideas debe proceder según el orden de las cosas. El orden de las cosas humanas fue éste: primero existieron las selvas, después -escribe en su libro "Ciencia Nueva"- las chozas, de aquí se pasó a los poblados, luego las ciudades y, finalmente, las academias. [...] Los hombres primero sienten lo necesario, después buscan lo útil, enseguida descubren lo cómodo, más adelante se deleitan con el placer, posteriormente se entregan al lujo y, finalmente, enloquecen en dilapidar su fortuna."
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Estado de Naturaleza en el Derecho Natural en la Edad Moderna en Europa
Nota: para más información sobre la evolución del derecho natural, véase aquí. La teoría de Hobbes, más notablemente en Leviatán (1651) y antes en su De Cive (1642; Sobre la ciudadanía), comenzó con un estado de naturaleza totalmente poco desarrollado, ferozmente competitivo y peligrosamente incierto en el que el derecho natural daba a todos el derecho a todas las cosas a su alcance. La gente escapó de este estado de naturaleza al establecer voluntariamente un absolutismo (siglos XVII y XVIII en Europa; véase también la información respecto a la historia del derecho natural) convencional de acuerdo con el requisito del derecho natural de autoconservación.
En los casos en que la doctrina tradicional del derecho natural ha proporcionado una base natural y racional para los derechos y libertades que persisten de alguna forma en la sociedad política y ha impuesto límites variables a la autoridad política, en manos de Hobbes, la inevitable destructividad de la libertad natural solo conduce a un absolutismo (siglos XVII y XVIII en Europa; véase también la información respecto a la historia del derecho natural) racionalmente establecido en el que los súbditos solo tienen la libertad que sus gobernantes les permiten. Fue el genio conceptual de Hobbes el subvertir la apelación al derecho natural por parte de muchos de sus contemporáneos -especialmente los Niveladores- para atacar el gobierno de Carlos I como antitético a sus derechos naturales. Esta reelaboración hobbesiana del derecho natural creó grandes dificultades para sus sucesores -fue atacado con frecuencia y sus libros fueron posteriormente prohibidos en Inglaterra-, especialmente en el caso de John Locke (1632-1704), quien trató de establecer una noción de ley natural laica como conducente a un gobierno limitado. Locke es más conocido por su doctrina de los derechos naturales que por su teoría del derecho natural. El estado de la naturaleza descrito en sus Dos Tratados de Gobierno (1690) era sociable y mucho más pacífico que el de Hobbes, precisamente porque se regía por el derecho natural dada por Dios que la gente reconocía y obedecía en general. El establecimiento de la sociedad política o "civil", como Locke la llamaba a menudo, realizada por consentimiento, estaba totalmente de acuerdo con la ley de la naturaleza y permitía a la gente alcanzar sus fines naturales superando las incertidumbres e inseguridades del estado de la naturaleza. El estado político de Locke se vería limitado por la justicia natural contenida en el derecho natural, y las violaciones prolongadas de esa justicia legitimarían -en algunos casos, incluso requerirían- el recurso a la revolución. Autor: Black