Gestión de Conflictos
Este artículo es una expansión del contenido de la información sobre arbitraje y mediación en esta revista de derecho empresarial. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el contexto del arbitraje y la mediación, sobre este tema. Te explicamos, en el marco de la mediación, la resolución de controversias y el arbitraje, qué es, sus características y contexto. Nunca te pierdas una historia sobre arbitraje y mediación, de esta revista de derecho empresarial:
Los Conflictos y la Violencia
No todos los conflictos son malos. El conflicto es la búsqueda de intereses contrarios o aparentemente incompatibles, ya sea entre individuos, grupos o países. Puede ser una fuerza importante para el cambio social positivo. En los Estados con una buena gobernanza, una sociedad civil fuerte y sistemas políticos y sociales sólidos en los que se protegen los derechos humanos, se gestionan los intereses en conflicto y se encuentran formas de que los grupos persigan sus objetivos de forma pacífica. Al intervenir en los (post)conflictos -ya sea en forma de operaciones de paz militares o civiles o como acción humanitaria- los actores nacionales, internacionales, regionales, transnacionales o no gubernamentales se enfrentan a muchas limitaciones, como se señala aquí. Sin embargo, los conflictos también pueden volverse violentos. Y la violencia rara vez, o nunca, trae consigo un cambio social positivo. En los últimos años, el número de conflictos violentos ha vuelto a aumentar, al igual que el número de muertos. La gente teme por la violación de sus derechos humanos y su pacífica existencia cotidiana, ya que los conflictos violentos destruyen las relaciones sociales y políticas que intentan regular intereses contrarios o aparentemente incompatibles. Datos verificados por: Conrad Nunca te pierdas una historia sobre arbitraje y mediación, de esta revista de derecho empresarial:
El Concepto de Conflictos
Conflicto es un término relativamente amplio. En el marco de este artículo, lo limitaremos a los conflictos políticos entre las comunidades locales y las autoridades centrales, reduciéndolos a un desacuerdo abierto sobre el control de los recursos y la capacidad de influir en las decisiones que determinan su vida cotidiana. Básicamente, podemos clasificar estos conflictos en dos categorías: Conflictos llevados a cabo por medios legales o ilegales. Los medios legales suelen consistir en dirigirse a las autoridades con una petición o una queja, o en la resolución de un agravio en un tribunal. El punto principal es que el conflicto sigue su curso a través de arenas aceptadas por ambas partes, y el resultado es respetado por ambas partes. Los medios ilegales serían infringir la ley para alcanzar tu objetivo o promover tu caso, por decirlo de forma sencilla. Otra dicotomía es entre las formas activas y pasivas de conflicto. Los medios pasivos tenderían por naturaleza a lo ilegal: Negarse a cumplir con las obligaciones, como los impuestos o los diferentes deberes con las autoridades locales. Las formas activas de conflicto podrían consistir tanto en acciones de rebeldía, como en dirigirse activamente a las autoridades dentro de un marco legal. Una forma activa y legal de resolución de conflictos serían, por tanto, las quejas, comunicadas oralmente o por escrito, de colectivos o individuos. Nunca te pierdas una historia sobre arbitraje y mediación, de esta revista de derecho empresarial: