Los Impuestos Indirectos
Este artículo es un complemento a la información sobre la regulación tributaria, en esta revista de derecho de la empresa.
Ofrece hechos, comentarios y un análisis sobre este tema. Puede interesar el contenido relativo a:
Te explicamos, en relación a los impuestos y otros aspectos tributarios, sobre las personas juridicas, qué es, sus características y contexto.
Distinción Impuestos Directos e Indirectos
La distinción entre impuestos directos e indirectos se presenta a menudo como la división fundamental del derecho fiscal en lo que se refiere a la base imponible, la liquidación, la recaudación y el contencioso. Es la síntesis de todas las distinciones presentadas anteriormente.
Sin embargo, aunque esta oposición ha dado lugar a una polémica política clásica sobre las ventajas respectivas de ambos impuestos, la distinción entre impuestos directos e indirectos se basa en criterios imprecisos.
Criterios sobre los Impuestos directos e indirectos
Según el criterio utilizado, pueden proponerse varias definiciones.
Originalmente, la distinción se basaba en la existencia de normas jurídicas distintas. Los impuestos directos se recaudaban mediante un padrón fiscal, que era una decisión administrativa por la que se fijaban, para cada contribuyente, los elementos que constituían la base imponible, se calculaba la cuantía del impuesto y se formaba tanto un recibo como una providencia de apremio para el cobro del impuesto. En el caso del impuesto sobre la renta, el padrón fiscal adopta la forma de una lista alfabética de contribuyentes, indicando para cada sujeto pasivo la cuantía de la renta imponible y la correspondiente cuota tributaria. Los impuestos indirectos se recaudan en ausencia de padrón fiscal simplemente estableciendo el hecho imponible, es decir, el hecho generador de la obligación tributaria. El criterio jurídico basado en la existencia de un padrón nominativo también tiene consecuencias administrativas, ya que en el caso de los impuestos directos las operaciones de liquidación y liquidación son responsabilidad de una administración, mientras que la recaudación la realiza otro servicio, mientras que la liquidación y recaudación de los impuestos indirectos se confían a la misma administración. Por último, los litigios relativos a los impuestos directos son competencia de los tribunales administrativos, mientras que los litigios relativos a los impuestos indirectos son competencia de los tribunales judiciales. Sin embargo, el criterio jurídico ya no se corresponde, si es que alguna vez lo hizo, con la realidad, en la medida en que los impuestos considerados directos se recaudan sin la emisión de un padrón nominativo, como el impuesto de sociedades.
No tiene en cuenta el hecho de que un impuesto puede transferirse de una administración a otra sin que cambie su naturaleza.
Además, la fusión de los distintos departamentos fiscales en el seno de la Dirección General de Impuestos en la cúspide y de los centros fiscales sobre el terreno es contraria al criterio administrativo. Por último, los bloques de competencias en materia contenciosa se han vuelto menos homogéneos desde que, en 1920, por razones prácticas, los impuestos sobre el volumen de negocios, principales componentes de los impuestos indirectos, tuvieron su contencioso asignado a los tribunales administrativos. Un segundo criterio, de naturaleza económica, ha sido propuesto para establecer la distinción entre los dos tipos de impuestos.
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Basándose en la teoría de la incidencia, se ha propuesto contraponer los impuestos directos efectivamente soportados por el contribuyente a los impuestos indirectos pagados a la Hacienda Pública por un contribuyente que se limita a actuar como intermediario, adelantando el impuesto para que sea reembolsado por el contribuyente real. En otras palabras, el impuesto directo es el que soporta definitivamente el propio contribuyente (portador del impuesto) y el impuesto indirecto es el que el contribuyente (pagador del impuesto) repercute en otra persona. Este criterio, que pone de relieve los fenómenos de repercusión y traslación, tiene un indudable valor científico y la fuerza de la simplicidad.
Sin embargo, es difícil de utilizar porque es difícil determinar con certeza el impacto preciso del impuesto. Pueden entrar en juego diversos factores que perturben los mecanismos iniciales. El estado de la economía y los cambios en el mercado pueden permitir o impedir la repercusión del impuesto. Por ejemplo, en una situación de fuerte competencia o presión sobre los precios, las empresas pueden tener dificultades para repercutir las cargas fiscales e incorporarlas al precio de venta de sus productos. Aunque basada en criterios imprecisos, la distinción entre impuestos directos e indirectos sigue siendo un rasgo esencial de la fiscalidad moderna y sigue estando en el centro de un debate intelectual cuyos aspectos políticos y emocionales no son desdeñables. En nombre de la justicia fiscal, los impuestos indirectos han sido condenados durante mucho tiempo, siendo los directos los únicos coherentes con el ideal de igualdad ante el impuesto. De hecho, las ventajas de los impuestos directos parecen, a primera vista, poco discutibles. Como los impuestos directos gravan a los contribuyentes individuales, la carga fiscal puede ser muy personalizada, teniendo en cuenta las circunstancias familiares y el origen de los ingresos.
Además, al ser progresivos, los impuestos directos se basan en el volumen de ingresos imponibles. En cambio, los impuestos indirectos, que gravan el gasto o el consumo, son criticados por ser indiscriminados.
Golpea más a las familias numerosas y, cuando se trata de bienes de primera necesidad, golpea más a los contribuyentes de rentas bajas que a los de rentas altas. Este retroceso condujo a la condena y abolición de los impuestos indirectos durante la Revolución.
Otra crítica que suele hacerse a los impuestos indirectos es que son anestésicos; incorporados al precio de los productos o servicios, los impuestos indirectos son indoloros y fácilmente asumibles por el contribuyente, lo que desmotiva a los ciudadanos. Pero los impuestos indirectos también tienen sus ventajas.
Se ha demostrado que la evasión y la elusión fiscales ponen en entredicho la equidad de los impuestos directos, mientras que las mejoras en las técnicas fiscales, como la modulación de los tipos, introducen importantes elementos de personalización en los impuestos indirectos, que rara vez se eluden. En la práctica, todos los sistemas fiscales utilizan una combinación de dos tipos de gravámenes cuyas desventajas y ventajas mutuas se compensan. Ya en el siglo XIX, el ministro británico Gladstone afirmaba que "los impuestos directos e indirectos son dos hijas amables a las que el Ministro de Hacienda debe cortejar por igual sin que se pongan celosas la una de la otra". La división entre ambos plantea ciertos problemas. Parece que las estructuras socioeconómicas determinan la parte respectiva de cada tipo de impuesto. En los países menos industrializados, donde las rentas individuales son bajas, predominarán los impuestos indirectos, mientras que en los países muy desarrollados se recurrirá más a los impuestos directos.
Además, el temperamento nacional, el peso de la historia y la influencia de los grupos de presión influirán en las proporciones respectivas de ambos impuestos. Revisor de hechos: EJ
Definición de Impuestos Indirectos
Concepto de Impuestos Indirectos en el ámbito del objeto de la plataforma (de Lawi) online: los impuestos sobre las ventas, el consumo, el volumen de negocio, el valor añadido, las concesiones, el timbre, las transmisiones y las existencias y equipos, los ajustes fiscales en frontera.
Impuestos Indirectos que Recaigan en Una Etapa Anterior
Concepto de Impuestos Indirectos que Recaigan en Una Etapa Anterior en el ámbito del objeto de la plataforma (de Lawi) online: Los impuestos aplicados a los bienes y servicios utilizados directa o indirectamente en la elaboración del producto.
Impuestos Indirectos
Impuestos indirectos, tributos que gravan la producción nacional, la venta, y el consumo de bienes concretos. Los impuestos indirectos pueden ser, bien de cuantía fija, aumentando en una misma cantidad el precio de todos los bienes que gravan, o bien un porcentaje del precio inicial, por lo que aumentará más el precio de los bienes más caros.
En definitiva, el peso del impuesto lo sufre el consumidor final, que es el que está obligado a pagar los bienes más caros.
Se trata, por tanto, de un impuesto sobre el consumo. La primera vez que se aplicó este impuesto fue en Inglaterra en 1643.
Se trataba de una medida provisional tendente a paliar las dificultades financieras transitorias del gobierno.
Sin embargo, el éxito de la medida, debido a los elevados ingresos que se obtuvieron, hizo que se mantuviera, pasando a ser una medida permanente, que pronto se fue extendiendo por otros países de Europa y del resto del mundo. Con la creación de la Comunidad Económica Europea a finales de la década de 1950, los países firmantes crearon un impuesto indirecto común sobre el consumo, que denominaron Impuesto sobre el Valor Añadido o Agregado (IVA).
En la actual Unión Europea, el IVA sigue siendo el principal impuesto indirecto; es un gravamen que se establece como porcentaje del precio final, al que se aplican tres tipos de porcentaje: el reducido (4%) que se aplica a los bienes de primera necesidad (por ejemplo, alimentos), el 7% (vivienda) y el normal (16%).
Impuestos Indirectos en el Ámbito Económico-Empresarial
En el Contexto de: Impuestos
Véase una definición de impuestos indirectos en el diccionario y también más información relativa a impuestos indirectos. Cuestión: impuestos.
Impuestos indirectos en economía
En inglés: Indirect Taxes in economics. Véase también acerca de un concepto similar a Impuestos indirectos en economía.
Introducción a: Impuestos indirectos en este contexto
Es habitual describir los impuestos directos como aquellos en los que la persona legalmente obligada a pagar el impuesto es también la persona cuyos ingresos o bienestar se ven reducidos como consecuencia de su imposición: mientras que los impuestos indirectos son aquellos en los que la responsabilidad puede trasladarse a otra persona. Este tema puede ser de interés para los economistas profesionales. Esta distinción es esencialmente arbitraria.
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Todos los impuestos pueden trasladarse en cierta medida: sólo en circunstancias excepcionales puede un agente trasladar un impuesto por completo. En el uso común, los impuestos indirectos son los que pagan los minoristas, los mayoristas o los fabricantes, pero que se cree que se desplazan hacia los consumidores finales. En esta entrada, los impuestos indirectos se consideran sinónimos de los impuestos sobre los productos básicos. Este artículo tratará de equilibrar importantes preocupaciones teóricas con debates empíricos clave para ofrecer una visión general de este importante tema sobre: Impuestos indirectos. Para tener una panorámica de la investigación contemporánea, puede interesar asimismo los textos sobre economía conductual, economía experimental, teoría de juegos, microeconometría, crecimiento económico, macroeconometría, y economía monetaria. Datos verificados por: Sam. Cuestión: economia-fundamental. Cuestión: macroeconomia. Cuestión: microeconomia. Cuestión: economia-internacional. Cuestión: finanzas-personales. Cuestión: ciencia-economica. Cuestión: pensamiento-economico. Cuestión: principios-de-economia. Cuestión: mercados-financieros. Cuestión: historia-economica. Cuestión: sistemas-economicos. Cuestión: politicas-economicas.
Referencias
Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2009. Microsoft Corporation, 2008.
Ver También
Bibliografía
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