Los Impuestos Proporcionales
Este artículo es un complemento de la información sobre derecho tributario o fiscal, en esta revista de aspectos jurídicos de la empresa.
Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el marco de la imposición en la empresa, sobre los impuestos proporcionales. Véase también acerca de las ventajas y desventajas del impuesto proporcional. Te explicamos, en relación a los impuestos y otros aspectos tributarios, sobre las personas juridicas, qué es, sus características y contexto.
Los Impuestos Proporcionales y sus Diferencias
En el siglo XIX y principios del XX, hubo una controversia entre los defensores y partidarios de los impuestos proporcionales y progresivos. Mientras que la imposición proporcional es un impuesto con un tipo constante independientemente de la cuantía de la base imponible, la imposición progresiva ve variar sus tipos en función de la cuantía de la base imponible, aumentando el tipo a medida que aumenta la cuantía de la base imponible. El principio de proporcionalidad se proclamó durante el periodo revolucionario, como reacción contra el arbitrario sistema fiscal del Antiguo Régimen basado en privilegios. En aquella época, la justicia fiscal y la igualdad ante la ley sólo podían alcanzarse mediante un sistema proporcional, en el que todos debían pagar la misma proporción de sus ingresos.
Sin embargo, los partidarios de la progresividad basaban sus argumentos en la idea de justicia fiscal, pero entendida en un sentido diferente, convirtiendo la igualdad teórica y matemática en igualdad de sacrificio.
Impuestos proporcionales y progresivos
La teoría marginalista ha intentado justificar científicamente el principio de progresividad demostrando que los tramos superiores de las rentas del capital están destinados a satisfacer necesidades cada vez menos importantes para la existencia de un individuo, y no tienen el mismo valor que los tramos inferiores, que se utilizan para satisfacer necesidades primarias.
Además, el proceso acumulativo de la riqueza justifica el uso de una escala progresiva. Hoy en día, sin embargo, se esgrimen varios argumentos para cuestionar el dogma de la progresividad.
Se argumenta que la progresividad actúa como un freno para el ahorro, el trabajo y el espíritu empresarial.
Al afectar en mayor medida a las rentas más altas, la fiscalidad progresiva corre el riesgo de obstaculizar la acumulación del ahorro, en la medida en que cuanto más elevado sea el impuesto, mayor será el incentivo para que los contribuyentes gasten inmediatamente lo que podrían haber invertido. La fiscalidad progresiva también puede tener un efecto desmotivador, haciendo que los contribuyentes renuncien a "trabajar para el fisco".
A partir de un determinado umbral impositivo, que varía de un individuo a otro, la presión fiscal puede provocar un efecto de sustitución entre trabajo y ocio o dar lugar a una economía paralela o sumergida. De hecho, algunos países, que habían visto cómo sus tipos alcanzaban máximos históricos, han reducido la progresividad de sus impuestos, ya sea bajando los tipos marginales, como en Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, o introduciendo topes impositivos, como en los países escandinavos.
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También se ha desarrollado una tendencia a favor de eliminar la progresividad del impuesto sobre la renta. Se utilizan dos técnicas principales para aplicar la progresividad. En la progresividad global o por clases, la base imponible se divide, en función de su importancia, en varias categorías que tienen todas el mismo punto de partida; el tipo aumenta a medida que se asciende de clase, quedando toda la base imponible sujeta al tipo que se le aplica.
Aunque simple en principio, el inconveniente de la progresividad global es que implica saltos bruscos, y un pequeño aumento de la base imponible puede dar lugar a un aumento del impuesto cuando el contribuyente asciende de clase. Para evitar este inconveniente, los tipos progresivos se aplican por tramos, un sistema en el que la base imponible se divide en varios tramos, cada uno de los cuales está sujeto a un tipo diferente, que aumenta a medida que se alcanzan los tramos superiores. De este modo, cada tipo se aplica únicamente a la parte de la base imponible cubierta por el tramo correspondiente, resultando el impuesto total de la suma de los impuestos debidos por cada tramo. Los tramos progresivos evitan los efectos de salto que caracterizan a la progresividad global, pero tienen el gran inconveniente de que sólo muestran los tipos marginales, que son los que elige el contribuyente y que, por supuesto, son superiores al tipo impositivo real. Se utilizan diversas medidas para atenuar o acentuar la progresividad: indexación de las escalas a la tasa de inflación, desgravaciones destinadas a eximir una parte de la renta imponible, deducción de determinados gastos, etc. Revisor de hechos: EJ
Introducción: Impuestos Proporcionales
Concepto de Impuestos Proporcionales en el ámbito del objeto de la plataforma (de Lawi) online: Aquellos en los que se mantiene una relación constante entre la cuantía del impuesto y el valor de la riqueza que grava, por lo que siempre se le aplica la misma alícuota a la base gravable, sin importar el monto de esta última.
Impuestos Proporcionales en el Ámbito Económico-Empresarial
En el Contexto de: Impuestos
Véase una definición de impuestos proporcionales en el diccionario y también más información relativa a impuestos, proporcionales u de otro tipo. Cuestión: impuestos.