Independencia de los Bancos Centrales
Este texto se ocupa de la independencia de los bancos centrales en economía. La independencia de los bancos centrales, entendida de forma muy estrecha como independencia del gobierno de turno, se convirtió en el "must" de los años 90. Ciertamente, incl
Independencia de los Bancos Centrales
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Banco Central: Independencia
La independencia de los bancos centrales, en particular, ha atraído la atención de los investigadores en este campo, que centran su atención en la independencia de facto y de jure. Los responsables políticos de la alta dirección de los bancos centrales se preguntan a veces si la independencia puede realmente aportar algo. Paul Volcker, antiguo presidente de la FED, destacó a finales de los años 80 que, aunque el Banco de Italia es un banco central "dependiente", tuvo un buen rendimiento, incluso en un país con una situación política bastante inestable, es decir, el gobierno. Así pues, el banco central, como parte del sector público, tiene obviamente estrechos contactos con otros organismos gubernamentales. En consecuencia, está sujeto a la influencia del gobierno, y en particular de su ministerio de finanzas. Sin embargo, el grado de influencia (in)directa puede variar considerablemente. Inicialmente, el estudio de la independencia de los bancos centrales se llevó a cabo mediante la lectura de los estatutos (leyes) de los bancos centrales y no mediante un análisis adecuado y en profundidad de la toma de decisiones políticas y la aplicación de las normas. Se admitió sin rodeos que la aplicación de las normas es un problema importante en el proceso de garantizar un compromiso creíble. La independencia de los bancos centrales, entendida de forma muy estrecha como independencia del gobierno de turno, se convirtió en el "must" de los años 90. Ciertamente, incluso países que no experimentaron ninguna inflación (significativa), como Italia en 1992, Portugal en 1992, Bélgica en 1993, Francia en 1993, Grecia en 1993 y España en 1994, decidieron delegar la formulación de su política monetaria en sus bancos centrales, haciéndolos independientes del poder ejecutivo. Esta tendencia fue continuada por Japón, que a mediados de la década de 1990 experimentó una deflación, pero decidió optar por la independencia del banco central. En consecuencia, es muy difícil demostrar que la alta o la hiperinflación es el principal motivo para promover la independencia del banco central, como sugieren muchos estudiosos neoclásicos. Otros no pudieron corroborar esta conclusión, ya que parece que la independencia del banco central en los países en desarrollo, que puede extenderse fácilmente a las economías en transición, no ha dado ningún resultado económico significativo. Una de las explicaciones intuitivas de esta falta de relación directa podría ser que, en los países en desarrollo, la discreción, más que las normas, domina la esfera política. Los vínculos y las redes informales son los que influyen en la actuación del banco central, aunque éste sea independiente stricto lege. Por supuesto, existen cuestiones relativas a la aplicación eficaz y eficiente de la ley y a los sistemas jurídicos (como conjunto de normas) y al orden jurídico (como comportamiento social basado en normas jurídicas prescritas). En los países desarrollados existe una diferencia menor, por no decir insignificante, entre el sistema legal y el orden jurídico, y ésta puede ser una de las razones por las que muchos estudios sobre la formulación de políticas de los bancos centrales asumieron que el proceso de formulación de políticas está dirigido predominantemente, si no exclusivamente, por los estatutos (normas legales) (se puede examinar algunos de estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto al derecho y economía): Forder (1996; 2001) documenta estas tendencias con gran profundidad. Aun así, la investigación debe comenzar en algún lugar, y la consideración de los documentos formales puede ser el primer paso para iniciar el análisis y la discusión posteriores. Observar la relación entre el gobierno (poder ejecutivo) y el banco central parece lógico, pero bastante limitado. En la mejor tradición de la literatura de derecho y economía y de la investigación jurídica, hay que considerar la relación entre el banco central y todos los poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial. El poder legislativo suele influir en el banco central de tres maneras:
a través de los nombramientos de personal;
a través de los cambios en el marco legal (ley, acta, reglamento, etc.) y
a través de una función de control político general.
La influencia sobre el personal puede verse, alternativamente, a través de tres tipos de relaciones. En primer lugar, el parlamento está encargado por ley de nombrar al gobernador, a su adjunto y/o vicegobernador(es), y al consejo de administración. En segundo lugar, el parlamento aprueba el nombramiento del gobernador y de los altos cargos realizado por otro órgano gubernamental; o en tercer lugar, algunos miembros del parlamento son nombrados directores del consejo de administración de los bancos centrales. En la práctica, el parlamento suele nombrar al gobernador y al consejo de administración. En los países con una fuerte influencia presidencial, el presidente puede encargarse de nombrar al gobernador y a los directores. Sin embargo, incluso en un sistema presidencialista puro, como en Estados Unidos, la cámara alta del Congreso estadounidense, el Senado, debe aprobar los nombramientos. En Cuba existe una solución bastante interesante, ya que hay una autoridad compartida entre la Asamblea Nacional (parlamento) y el Consejo de Estado (jefe de Estado) para nombrar al gobernador a propuesta mutua del presidente del Consejo de Estado y del primer ministro (Art. 47. Decreto Ley 84, 1984). Una influencia más importante que puede imponer el parlamento es el cambio de la ley. Incluso en Estados Unidos, cuando la Reserva Federal no mostró comprensión y apoyo al curso político general del Congreso, surgieron propuestas para cambiar la Ley de la Reserva Federal. Por lo general, cuando el banco central aplica una política monetaria restrictiva durante un largo periodo de tiempo, sin una cierta relajación a corto plazo, existen incentivos para cambiar la ley y abolir o reducir el nivel de independencia (política) alcanzado. Muchos autores destacan que el banco central suele estar mucho más preocupado por la estabilidad de los precios (su cometido último) que las autoridades políticas. Por último, el órgano legislativo, como máximo órgano democrático del país por definición, se encarga del control político de todas las instituciones del sistema político. De este modo, el parlamento puede tener una influencia particular de "persuasión moral" sobre el banco central. Las críticas públicas dirigidas al banco central no tienen implicaciones legales, pero pueden instar a los altos cargos del banco a reconsiderar algunas de sus decisiones. En un país democrático, el parlamento es el órgano más elegido democráticamente y tiene un especial prestigio social y una responsabilidad directa ante el electorado. El banco central, al igual que el resto de instituciones sociales con personal directivo designado, sólo tiene una responsabilidad derivada e indirecta. De nuevo, en la mayoría de los países democráticos, la tradición garantiza que el banco central sea una institución socialmente responsable y muy apreciada por el público. La experiencia temprana de algunos países (Gran Bretaña, Austria, Alemania y Serbia; véase Kent, 1966) demostró que el "carisma personal" del gobernador es un elemento muy importante, que influye en el desarrollo posterior. La supervisión política se realiza a través de la obligación del banco central de presentar informes anuales para su aprobación al parlamento. Aunque el informe se presente al presidente, suele ser evaluado finalmente en la sesión parlamentaria. Este es el caso incluso en el sistema parlamentario con un presidente fuerte (el llamado "sistema cuasipresidencial") como en Francia. En nuestra opinión, el control político general, es decir, "democrático", sobre el banco central debe permanecer en manos del parlamento como órgano político más ampliamente elegido, con responsabilidad general sobre el bienestar del país. La relación entre el banco central y el poder judicial no ha sido ampliamente considerada en la teoría. Los economistas han considerado habitualmente al banco central como un órgano ejecutivo para la aplicación de la política monetaria y, en esa calidad, sujeto a la influencia del gobierno. Pero, dada la naturaleza pública del banco central, es de esperar que los tribunales puedan examinar las decisiones del banco central, ya que tienen todas las características necesarias de un acto administrativo. Hay países, como Bahrein, donde se estipula claramente en la ley que la legalidad de los actos del banco central será examinada por los tribunales. Otra posibilidad es no definir la subjetividad procesal, sino definir su posición jurídica especial (como en Alemania). La ley austriaca sobre bancos centrales - NBG (Nationalbankgesetz, 1984) - ha estipulado el establecimiento de un arbitraje ad hoc. En el caso austriaco, esta solución legal otorgó una independencia indirecta de facto al Banco Nacional, aunque formalmente esté subordinado al gobierno. El BNG es muy detallista en lo que respecta al arbitraje, y regula todo el procedimiento ante él, diciendo que se aplicarán análogamente las normas de procedimiento civil. En los países de tradición jurídica continental, cabe esperar que todo acto jurídico del banco central resultante del procedimiento administrativo pueda ser objeto de un examen de legalidad ante el Tribunal Administrativo o el Tribunal Superior. Sin embargo, la teoría suele estar más interesada en la relación entre el banco central y el poder ejecutivo (gobierno). El análisis comparativo de las leyes sobre el banco central ha demostrado que el gobierno puede desempeñar algunas funciones de personal y de supervisión general sobre el banco central en Estados Unidos. Normalmente, por ley, la influencia gubernamental puede ser:
de personal y
de supervisión.
No hay ningún país en el que el gobierno no tenga ninguna influencia sobre los nombramientos del banco en los niveles superiores. En algunos países, el poder ejecutivo propone a los candidatos, mientras que en otros nombra a los directores del banco central. Es bastante raro que un ministro en particular designe a los altos cargos del banco, como ocurre en Islandia. Esto es de especial interés, ya que el banco central desempeña funciones de banquero del gobierno. Los investigadores intentan medir la independencia del banco central de muchas maneras diferentes, pero existe un consenso en que es una tarea muy compleja, ya que la independencia del banco central está determinada por una multitud de factores legales, institucionales, culturales y personales que no pueden cuantificarse fácilmente. En la literatura algo más reciente, se ha prestado atención a la independencia legal, a la rotación real de los gobernadores y a las respuestas de los responsables políticos nacionales a un cuestionario sobre el comportamiento del banco central en la práctica. Este complejo enfoque ha sido empleado especialmente en los años 90, aunque otros autores más "clásicos" han prestado atención a las características institucionales y a la volatilidad de la inflación. En ambos enfoques, los autores consideran indicadores legales, como la posición de la ley respecto a cuestiones como el mandato legalmente determinado en el cargo para el gobernador y los altos cargos, quién los nombra, quién puede destituirlos y en qué circunstancias, quién prevalece en caso de conflictos de política entre el banco central y el gobierno, si el gobierno puede dar órdenes al banco central, cuán independiente es el banco central desde el punto de vista fiscal, qué restricciones se imponen a los préstamos del banco central al gobierno y a otras entidades del sector público, etc. También se considera si la ley exige que el banco central logre la estabilidad de los precios (incluso a costa de otros objetivos reales). Los estudios con base empírica han demostrado que los bancos centrales más independientes son mejores para lograr la estabilidad de los precios y viceversa. Al mismo tiempo, una inflación elevada y a largo plazo erosiona la independencia de los bancos centrales. Aunque los investigadores tienden a ceñirse a otras variables más cuantificables en lugar de considerar el marco legal e institucional, parece que al final tienen que volver a ello. El marco institucional no sólo afecta a la estructura de las entidades sociales, sino también a la forma en que interactúan. Revisor de hechos: Ulrich Asunto: derecho-economico. Tema:empresa-y-economia. Tema:economia. Asunto: analisis-economico-del-derecho. Asunto: derecho-publico. Asunto: sistemas-economicos. Asunto: politicas-economicas. Asunto: politicas-economicas. Asunto: economia-monetaria.
Independencia de los bancos centrales en economía
En inglés: Central Bank Independence in economics. Véase también acerca de un concepto similar a Independencia de los bancos centrales en economía.
Introducción a: Independencia de los bancos centrales en este contexto
Muchos países han llevado a cabo reformas destinadas a otorgar a sus autoridades monetarias una mayor independencia de la influencia política directa. Este tema puede ser de interés para los economistas profesionales. Estas reformas se justifican por las investigaciones que demuestran que la independencia de los bancos centrales tiene una correlación negativa con la inflación media de las economías desarrolladas. Una importante línea de investigación desarrolló medidas de independencia de los bancos centrales y estudió su relación con la inflación y la actividad económica real. Se han utilizado diferentes enfoques teóricos para modelar la independencia de los bancos centrales. Los críticos de los movimientos de reforma hacia la independencia de los bancos centrales han expresado su preocupación por el hecho de que la independencia pueda debilitar la responsabilidad de los bancos centrales. Este artículo tratará de equilibrar importantes preocupaciones teóricas con debates empíricos clave para ofrecer una visión general de este importante tema sobre: Independencia de los bancos centrales. Para tener una panorámica de la investigación contemporánea, puede interesar asimismo los textos sobre economía conductual, economía experimental, teoría de juegos, microeconometría, crecimiento económico, macroeconometría, y economía monetaria. Datos verificados por: Sam. Asunto: economia-fundamental. Asunto: macroeconomia. Asunto: microeconomia. Asunto: economia-internacional. Asunto: finanzas-personales. Asunto: ciencia-economica. Asunto: pensamiento-economico. Asunto: principios-de-economia. Asunto: mercados-financieros. Asunto: historia-economica. Asunto: sistemas-economicos.
Recursos
A continuación, ofrecemos algunos recursos de esta revista de derecho empresarial que pueden interesar, en el marco del derecho internacional económico, sobre el tema de este artículo.
Véase También
Asuntos Financieros, Bancos, Ciencias Económicas, Ciencias Económico-Administrativas, Derecho Bancario, Derecho Electoral, Economía, Economía Básica, Economía en General, Economía Monetaria, Entidades, Finanzas Públicas, Institución Comunitaria, Institución Financiera, Instituciones Constitucionales, Instituciones Financieras, Instituciones Financieras y de Crédito, Macroeconomía, Política Monetaria, Regulación Financiera,