Informes Medioambientales de las Empresas
Este artículo es una expansión del contenido de la información sobre derecho ambiental, en esta revista de derecho de empresa. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios para sobresalir, sobre este tema. Te explicamos, en el contexto del medio ambiente, qué es, sus características y contexto. Nota: al respecto, puede interesar la información relativa a Informes de Riesgos Financieros sobre Inversiones en los Mercados Emergentes.
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Textos de de información social y medioambiental
Aunque se ha hecho hincapié en los textos contables que desempeñan un papel complementario y contextualizador de los resultados financieros cuantitativos que se publican al mismo tiempo, no deberíamos reconocer un grupo importante de narrativas contables que potencialmente se solapan con las narrativas que tratamos en esta plataforma. Estas narrativas se encuentran en el área de la información social y medioambiental (también conocida como responsabilidad social corporativa [RSC], responsabilidad social y medioambiental, y contabilidad de la sostenibilidad).
En términos generales, los informes sociales y medioambientales son un vehículo para que las empresas establezcan una imagen en la esfera pública informando a los accionistas y a otras partes interesadas sobre sus esfuerzos en materia de RSE, que implican la realización de acciones que parecen promover algún bien social, más allá de los intereses de la empresa y de lo que exige el derecho. Los temas típicos que se tratan en los informes sociales y medioambientales son las acciones medioambientales, las prácticas de recursos humanos/empleados (incluidas la salud y la seguridad de los empleados y la igualdad de género en el empleo y la promoción), las prácticas empresariales justas y las actividades comunitarias/filantrópicas . Esta información suele incluirse en el informe anual de la empresa (de ahí el solapamiento con el énfasis "complementario"), pero también puede hacerse a través de informes ad hoc independientes, anuncios y folletos y, más recientemente, en las plataformas de medios sociales de la empresa. En su análisis de la investigación sobre la información social y medioambiental durante el período comprendido entre 1988 y 2003, Parker (2005) observa que esta literatura se divide aproximadamente al 50% entre comentarios/revisión teórica/literaria y estudios empíricos (incluyendo análisis de contenido, estudios de campo y encuestas). Parker (2005) también observa que la investigación se inclina más hacia la investigación medioambiental que la social. Como señala Parker (2005), el análisis de contenido se utiliza habitualmente en la investigación sobre la información social y medioambiental, y los investigadores suelen "cuantificar" las narraciones utilizando el análisis de contenido para observar lo que se revela (tema y grado de revelación) y comparando entre países y longitudinalmente (Vourvachis y Woodward, 2015). Otra corriente de investigación relaciona las características de las empresas con la propensión a revelar información. Las demás corrientes de investigación en el ámbito de la información social y medioambiental y la RSE parecen seguir dos caminos distintos y divergentes. Los investigadores que siguen un enfoque positivista (principalmente con sede en América del Norte) examinan la relación entre los resultados de la RSE y el valor de la empresa y las reacciones del mercado y de los inversores a la divulgación de la RSE (para los resúmenes de estas corrientes de investigación, véase Huang y Watson, 2015; Liu, Radhakrishnan y Tsang, 2017). Los investigadores que siguen un enfoque normativo (principalmente con base en Europa) han mirado más allá de este enfoque positivista (de describir el mundo) y han infundido su investigación con la mirada puesta en el papel de la información social y medioambiental como vehículo para definir la relación entre el mercado, el Estado y las comunidades (Gray & Laughlin, 2012; Parker, 2005), sugiriendo incluso un papel activista que los contables (y los investigadores contables) pueden desempeñar en la promoción de la responsabilidad y la transparencia de las empresas. (Para discusiones más completas y específicas sobre la investigación de informes sociales y ambientales, véase en esta plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Historiografía: La investigación de las narrativas contables a lo largo de los años El estudio de las narrativas contables comenzó hace más de medio siglo con los estudios de legibilidad. Los estudios de legibilidad de las narraciones contables realizan un análisis sintáctico (por ejemplo, recuento de palabras, sílabas y frases) para evaluar la dificultad cognitiva de las narraciones contables. Como se describe en Pashalian y Crissy (1952), Pashalian aplicó en su tesis de maestría la fórmula de legibilidad de Flesch a los informes anuales de 1948 de grandes empresas públicas: Bell Telephone, Chrysler Corporation, General Electric, General Motors, Pennsylvania Railroad, Sears, Roebuck & Co. y U.S. Steel.
Utilizando la fórmula de Flesch, tomó muestras de 100 palabras de aproximadamente una de cada dos páginas del informe anual y contó el número de sílabas y la longitud media de las frases de la muestra. Las muestras con menos sílabas y frases más cortas se consideraban más fáciles de leer. Pashalian publicó sus resultados con Crissy (1952, p. 215), donde informaron de que estos informes anuales "utilizan un lenguaje incomprensible para el 75% de los adultos estadounidenses". Soper y Dolphin (1964) aplicaron la misma fórmula a los informes anuales de 1961 de las mismas empresas y no encontraron ninguna mejora en su facilidad de lectura en los 13 años transcurridos. El consenso en la literatura sigue siendo que las narraciones contables son sintácticamente complejas y, por tanto, se consideran de difíciles a muy difíciles de leer (Brennan, Guillamon-Saorin y Pierce, 2009; Jones, 1988; Jones y Shoemaker, 1994). La investigación inicial sobre legibilidad asumía que la legibilidad refleja la comprensibilidad. La distinción entre ambas no se abordó hasta la década de 1990, cuando se discernió que la legibilidad es la dificultad textual de un pasaje, mientras que la comprensibilidad es la capacidad de un lector para discernir el significado y obtener conocimiento de un pasaje debido a los antecedentes y el nivel de lectura de ese lector (Jones & Shoemaker, 1994; Smith & Taffler, 1992). Esta distinción es importante porque los inversores no sofisticados confían más en las narraciones contables que en los datos cuantitativos para tomar decisiones de inversión, pero incluso los inversores sofisticados tienen dificultades para entender las narraciones. Un objetivo primordial de la información financiera es proporcionar información útil para las decisiones de inversión y crédito. Si la legibilidad de las narraciones contables es tal que impide su comprensión, el mensaje resulta inútil para la toma de decisiones. Los investigadores empezaron a preguntarse si la dirección de las empresas utilizaba las narraciones contables para comunicar de forma transparente información de propiedad o para dar un giro oportunista a sus resultados en un esfuerzo por manipular a los lectores como forma de gestión de la impresión (Adelberg, 1979). Esta distinción es fundamental porque si las narraciones se utilizan para la gestión de la impresión, y los usuarios se ven influidos por esa gestión de la impresión, pueden producirse asignaciones erróneas de capital. Para aportar pruebas a esta preocupación, las teorías de la psicología cognitiva y social en torno a la gestión de la impresión, la atribución y el encuadre comenzaron a impregnar la investigación contable. Courtis (1998, 2004) estudió si los directivos de las empresas intentan gestionar la impresión ofuscando las malas noticias, es decir, haciendo que las noticias sean menos legibles en un intento de forzar los procesos cognitivos de los usuarios y provocar una menor comprensión de las mismas.
En la actualidad, existe un apoyo moderado en la literatura sobre la posibilidad de que los directivos ofusquen intencionadamente las malas noticias haciendo que los pasajes sean más difíciles de leer. La teoría de la psicología social del sesgo de atribución autocomplaciente sugiere que los individuos tienen tendencia a atribuir los resultados positivos a acciones internas (personales) y los resultados negativos a factores externos (situacionales). Aunque Bowman (1976) descubrió que las empresas menos exitosas de la industria alimentaria se quejaban del clima y de los controles de precios del gobierno (acciones externas a la empresa) más que sus homólogas exitosas, no consideró esto como un encuadre atribucional. Bettman y Weitz (1983) fueron los primeros en introducir el encuadre atribucional y el razonamiento causal en la literatura sobre narrativas contables, y Aerts (1994, 2001, 2005) ha sido un investigador destacado en este campo. En la década de 1990, los investigadores empezaron a centrarse en el análisis de contenido como forma de proporcionar una mayor capacidad de predicción. Esta investigación se centra en el tono, las palabras clave y la vivacidad. Jones y Shoemaker (1994) hacen un repaso de las primeras investigaciones en este campo, que estaban limitadas por su dependencia de la codificación manual. Los investigadores actuales utilizan datos textuales digitalizados y técnicas lingüísticas informatizadas que permiten analizar eficazmente grandes muestras de datos (Li, 2010; Schleicher y Walker, 2010). Además del contenido de la revelación, los investigadores también comenzaron a centrarse en el estilo de la revelación, que tiene poco impacto en el significado literal de las narraciones. Estos estudios se centran en el uso de las categorías lingüísticas, las referencias personales, la voz pasiva y el medio de presentación.
Las empresas con más éxito utilizan más pronombres personales, más fotografías del director general y menos frases pasivas.
Además, el mercado reacciona a estos estilos de divulgación. En la actualidad, los investigadores estudian métodos alternativos para medir la legibilidad y la comprensibilidad (Bonsall, Leone, Miller y Rennekamp, 2017; Jones y Smith, 2014; Loughran y McDonald, 2014); los efectos del narcisismo de los directores generales y las atribuciones interesadas en los beneficios y las decisiones de los inversores (Kimbrough y Wang, 2014; Olsen et al, 2014); el uso del lenguaje concreto frente al abstracto (Elliott et al., 2015; Riley et al., 2014); las narrativas contables como narración (Beattie & Davison, 2015; Eshraghi & Taffler, 2015); y el uso de metáforas (Merkl-Davies & Koller, 2012).
Además, están investigando métodos alternativos de medios de entrega, como conferencias telefónicas, vídeos, informes de RSE, medios sociales y sitios web (Elliott et al., 2012; Matsumoto, Pronk, & Roelofsen, 2011; Merkl-Davies & Brennan, 2017; Yang & Liu, 2017).
Por último, los investigadores actuales también investigan las narrativas escritas por terceros, como los analistas y la prensa, incluidos los microblogs y los tweets . La calidad de las narrativas contables es objeto de atención regulatoria en todo el mundo, dado el papel de estas narrativas en los informes corporativos.
En 1969, un grupo de estudio interno encargado por la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) publicó su "Informe Wheat", en el que se reconocía la dificultad de lectura de los folletos y se recomendaba a las empresas que evitaran una redacción innecesariamente larga, compleja y/o ampulosa.
En octubre de 1998, la SEC promulgó la norma del "inglés sencillo" en un intento de garantizar que la información financiera fuera accesible para el inversor medio al estar libre de lenguaje obtuso. Esta norma se aplicaba a determinadas secciones de los folletos.
En 2008, la norma se amplió para incluir los folletos resumidos de los fondos de inversión, y en 2010 la SEC votó a favor de exigirlo en un folleto informativo que los asesores (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como "assessors" en derecho anglo-sajón, en inglés) de inversión registrados en la SEC deben entregar a los clientes y posibles clientes.
Aviso
No obstante, se anima a las empresas a utilizar un inglés sencillo en todas sus narraciones, incluidos los informes trimestrales y anuales. Para comprobar si las empresas estaban adoptando las directrices de inglés sencillo en sus presentaciones, Loughran y McDonald (2009) analizaron 12 años de informes anuales hasta 2007. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto a sus características y/o su futuro): Descubrieron que la norma de inglés sencillo ha mejorado la legibilidad de estas divulgaciones a lo largo del tiempo. En 2009, el Consejo de Información Financiera (FRC; el regulador independiente del Reino Unido e Irlanda responsable de promover la confianza en los informes corporativos) emitió una publicación titulada Louder Than Words. Principles and Actions for Making Corporate Reports Less Complex and More Relevant, que fue solicitada por los líderes mundiales en la cumbre del G20 de abril de 2009. El FRC sugiere que se utilice un lenguaje claro y comprensible en los reglamentos e informes y afirma "Escribir en un lenguaje sencillo significa utilizar términos cotidianos en lugar de jerga y basarse en estructuras de frases simples. Cuando los términos técnicos son necesarios, deben estar claramente definidos" (FRC, 2009, p. 35).
En 2015, el FRC publicó Clear and Concise Developments in Narrative Reporting (Desarrollos claros y concisos en la elaboración de informes narrativos), que ofrecía un informe sobre el estado de los informes narrativos y reiteraba los principios expuestos en la publicación de 2009. Direcciones de investigación Las narrativas contables desempeñan un papel fundamental en el proceso de información financiera, por lo que el estudio de las narrativas contables sigue siendo una oportunidad fértil para los investigadores.
En 2015, se publicó el primer número especial dedicado exclusivamente a las narrativas contables en Accounting and Business Research.
Los artículos de este número ofrecen enfoques teóricos innovadores basados en la teoría literaria, la filosofía y el análisis cuantitativo. Los editores piden que se investigue con nuevos enfoques, como el análisis literario y el psicoanálisis, y que se innove en los tipos de narrativas examinadas, como los medios sociales (Beattie y Davison, 2015). Una de las mayores áreas de investigación en la literatura narrativa contable es la legibilidad.
Uno de los principales problemas de la literatura sobre legibilidad es el uso de técnicas de medición de la legibilidad (por ejemplo, la fórmula de Flesch) que no fueron diseñadas para analizar la información empresarial. La investigación futura debe seguir explorando métodos alternativos de medición de la legibilidad y la comprensibilidad, así como desarrollar formas de mejorar la legibilidad actual de las narraciones contables. También hay pruebas que sugieren que las revelaciones pueden variar en función de los contextos culturales, los sistemas contables, los sistemas jurídicos y las condiciones económicas. La investigación que estudia la evolución de la legibilidad de las narraciones en lengua no inglesa, o las diferencias derivadas de las distintas versiones lingüísticas de los informes bilingües, apenas está empezando a expandirse . Aunque la investigación ha demostrado sistemáticamente que las narraciones contables influyen en los inversores en los mercados de capitales, una laguna en la literatura es si los inversores comprenden y valoran plenamente esta información y cómo la información textual afecta a la comprensión de los inversores de otra información (Li, 2010).
Además, la mayoría de las investigaciones existentes proceden de países anglófonos. Los estudios de otras partes del mundo están empezando a complementar y ampliar nuestra comprensión de si las diferencias y preferencias culturales se extienden al lenguaje de las narraciones contables y si las reacciones de los inversores a las características temáticas y sintácticas están condicionadas por su origen cultural. A pesar de la constatación de que el medio de presentación puede dar lugar a reacciones diferenciales por parte de los inversores (Asay et al., 2018), la investigación sobre narrativa contable se ha centrado principalmente en las divulgaciones financieras tradicionales, como los informes anuales y los comunicados de prensa. Con respecto a otros medios de entrega, como las conferencias telefónicas, los vídeos, los sitios web corporativos y los medios sociales (Facebook, Twitter, microblogs, etc.), la literatura de investigación está relativamente inexplorada, con algunas excepciones: por ejemplo, Matsumoto et al. (2011), que examinan el contenido informativo de las conferencias telefónicas; Hobson, Mayew y Venkatachalam (2012), que utilizan un software de análisis de las emociones vocales para identificar los marcadores vocales de disonancia cognitiva durante las conferencias sobre resultados para identificar posibles informes financieros erróneos; y Cade (2016) y Elliott, Grant y Hodge (2016), que examinan experimentalmente cómo se puede utilizar Twitter para influir en los inversores. La investigación futura también podría ampliar nuestra comprensión de las narrativas escritas por partes interesadas distintas de la dirección, incluidos los analistas, los reguladores, las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación. Por ejemplo, Brennan, Merkl-Davies y Beelitz (2013) y Brennan y Merkl-Davies (2014) analizan la comunicación de la RSC durante una controversia pública entre Greenpeace y seis empresas de los sectores de la ropa deportiva y la moda, y Franco, Hope, Vyas y Zhou (2015) muestran que los analistas generan un mayor volumen de negociación cuando producen informes más legibles. A pesar de estos estudios, nos queda mucho por aprender sobre cómo reaccionan los participantes en el mercado y otros a estas formas externas de comunicación sobre la empresa.
Por último, la mayoría de las teorías utilizadas en la investigación de la narrativa contable se basan en el comportamiento de los individuos, sin embargo, muchas narrativas contables son de autoría múltiple, lo que pone en duda si las teorías son válidas para grupos de personas. Datos verificados por: Conrad Asunto: gestion-empresarial.
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Recursos
A continuación, ofrecemos algunos recursos de esta revista de derecho empresarial que pueden interesar, en el marco del medio ambiente y su regulación, sobre el tema de este artículo.
Véase También
Cuentas sociales
Cuentas anuales
Informes de Riesgos Financieros sobre Inversiones en los Mercados Emergentes, legibilidad, ofuscación, marco atribucional, contenido de la información, estilo de la información, juicio del inversor