Migraciones Ambientales
Este artículo es una expansión del contenido de la información sobre derecho ambiental, en esta revista de derecho de empresa. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios para sobresalir, sobre este tema. Te explicamos, en el contexto del medio ambiente, qué es, sus características y contexto.
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Conflictos medioambientales y migración
La actual era de la globalización se caracteriza por un alto grado de interconexión a través de las fronteras y los continentes. Esto no sólo va de la mano de importantes niveles de comercio internacional e inversiones extranjeras directas, sino también de la migración, que con demasiada frecuencia se ve impulsada por conflictos de diversa índole. Si bien en la literatura se han explorado diversas interdependencias entre los conflictos y la migración, un vínculo que aún no se comprende lo suficiente se refiere a las interdependencias entre los conflictos medioambientales o relacionados con los recursos y la migración. Este artículo se esfuerza por superar algunas de estas carencias al ofrecer un análisis interdisciplinar de la interconexión entre los conflictos medioambientales y de recursos y la migración. Para ello, se abordan varias cuestiones fundamentales:
¿Cuándo los problemas relacionados con el medio ambiente y los recursos desembocan en conflictos y cómo esto crea incentivos para la migración? ¿Cómo la gobernanza de los recursos naturales reduce o aumenta las posibilidades de que surjan conflictos y migraciones?
¿Quién abandona un país y a dónde van los migrantes? ¿Qué acuerdos de gobernanza de la migración entran en juego en la mediación de los conflictos y en la dirección de los flujos migratorios?
¿Cómo son las trayectorias de los regímenes de gobernanza de la migración nacional, regional e internacional? ¿En qué medida regulan eficazmente la migración relacionada con el medio ambiente o los recursos?
¿Qué efectos tiene la migración en la posible dinámica de los conflictos en los países de destino y cuál es el papel de los regímenes de gobernanza a este respecto? ¿Cómo participan los países de acogida en la gobernanza para la prevención de conflictos medioambientales o relacionados con los recursos en los países de origen con el fin de reducir o evitar la migración?
Esta parta trata de explorar las interrelaciones y la dinámica entre los conflictos relacionados con el medio ambiente y los recursos, la migración y el papel de la gobernanza en este contexto. Presenta cómo y en qué condiciones los problemas medioambientales y relacionados con los recursos conducen a conflictos y cómo esto puede inducir a la migración. También reflexiona sobre el papel de la gobernanza a este respecto. Basándose en las investigaciones más recientes, el capítulo destaca la importancia de comprender las interdependencias entre la migración y los conflictos medioambientales y de recursos, así como el desarrollo y el papel de los regímenes de gobernanza de la migración nacional, regional y mundial. Aunque existe una amplia literatura académica sobre cada una de las líneas de investigación, son escasos los ejercicios académicos que las reúnen, especialmente desde una perspectiva interdisciplinar. Parte de la literatura sostiene que no está del todo claro cuál es la dirección o direcciones de causalidad más importantes en el nexo entre medio ambiente, conflicto y migración. Existen múltiples efectos de retroalimentación que hacen que las interdependencias sean de naturaleza no lineal, por lo que el autor apela a un enfoque cibernético para estudiar más a fondo el nexo. La comprensión de las diferentes relaciones de las variables de este nexo proporciona puntos de entrada para la buena gobernanza. Sin embargo, el capítulo defiende la necesidad de examinar la interacción entre los conflictos medioambientales, la migración y la gobernanza de forma más exhaustiva y específica para cada contexto.
Cambio climático, conflictos y migración
Este capítulo se centra en los conflictos climáticos desde una perspectiva de economía política.
Utilizando el ejemplo de las sequías en Somalia, el capítulo investiga los diferentes impulsores del conflicto y la fragilidad a lo largo del tiempo, así como la relación de los actores cambiantes en el conflicto, las perturbaciones medioambientales y la migración mixta. El capítulo muestra que no hay pruebas empíricas para afirmar que el cambio climático por sí mismo aumente el número de conflictos y la migración. Por el contrario, los conflictos preexistentes exacerban los problemas medioambientales que debilitan los acuerdos de gobernanza locales y nacionales, así como las capacidades de la sociedad para hacer frente a las perturbaciones climáticas, lo que puede aumentar la migración. Sin embargo, los autores sostienen que estas relaciones deben considerarse con cautela, ya que la migración inducida por los conflictos y la relacionada con el clima aún no pueden desentrañarse claramente de forma empírica. Por ello, los autores concluyen la necesidad de adoptar medidas de gobernanza ágiles y flexibles para abordar los conflictos climáticos.
El vínculo entre la migración forzada y el conflicto
Este capítulo examina el vínculo entre la migración forzada como respuesta a la degradación medioambiental, por un lado, y el conflicto y la seguridad en los países de acogida, por otro. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto a sus características y/o su futuro): Desde la perspectiva de las ciencias políticas, los autores revisan la investigación existente sobre la migración como motivo de conflicto, centrándose especialmente en los refugiados. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto a sus características y/o su futuro): Demuestran que los migrantes forzados per se no influyen en la violencia en los países de acogida, sino sólo en aquellos casos en los que los refugiados están social y económicamente marginados. También cuando los servicios de ayuda se distribuyen de forma desigual entre ellos y las comunidades de acogida. Por ello, los autores destacan la necesidad de que los gobiernos apliquen políticas socioeconómicas de inclusión hacia su población y los refugiados como prevención contra las tensiones peligrosas. También presentan las limitaciones de los conocimientos actuales e indican las investigaciones futuras para resolver los retos asociados al desplazamiento forzado.
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Migraciones por causas ambientales y conflictos armados
Los conflictos provocan una serie de consecuencias negativas, como la muerte prematura, la discapacidad, el trauma psicológico, las lesiones físicas y la malnutrición (véase más sobre este tema). Asimismo, los conflictos también pueden ser la causa de los desplazamientos.
Hay pruebas de que la violencia, en particular, es el principal factor de empuje en el caso de la migración forzada. Si el cambio climático induce los conflictos, entonces indirectamente el cambio climático también contribuye a la migración forzada. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto a sus características y/o su futuro): De hecho, los recientes titulares de los medios de comunicación, especialmente los relativos a la crisis de los refugiados en Europa, suelen citar los conflictos inducidos por el cambio climático en Oriente Medio y África como uno de los principales motores del aumento de los migrantes hacia Europa en los últimos dos años. La narrativa que subyace a estos titulares tiende a seguir un camino similar, afirmando que el cambio climático reduce la disponibilidad y altera la distribución de recursos como el agua, los alimentos y la tierra cultivable, lo que a su vez desencadena conflictos violentos y, como consecuencia, la migración. Sin embargo, la literatura científica que relaciona el clima, los conflictos y las migraciones es relativamente escasa. La bibliografía existente sobre los impactos del cambio climático en los conflictos y la migración suele evaluar cómo las presiones medioambientales instigan la emigración y, en consecuencia, cómo la migración inducida por el cambio climático promueve el conflicto en las zonas de recepción de los migrantes. La llegada de migrantes climáticos puede ejercer presión sobre las infraestructuras, los servicios y la economía de la zona receptora, lo que provoca una competencia por los recursos, especialmente cuando éstos son escasos. Sin embargo, aunque esta narrativa es común entre los estudiosos de la paz y los conflictos, hay pocas pruebas empíricas que apoyen esta afirmación. Por lo general, los factores que impulsan la migración, como el clima, los factores políticos, las condiciones económicas y los conflictos, se consideran simultáneamente en las especificaciones empíricas, sin tener en cuenta la vía por la que se determina la migración. Normalmente, en los estudios a nivel macro del país o de la región, los flujos migratorios se estiman mediante modelos lineales, que controlan las variables de confusión socioeconómicas y políticas pertinentes. A continuación se aísla el impacto específico del clima en la migración, a menudo mediante modelos multivariantes. Algunos incluyen la violencia internacional junto con las variables relacionadas con el clima en su modelo y descubren que el aumento de la incidencia de la violencia internacional se corresponde con mayores flujos migratorios. Asimismo, utilizando la incidencia de una guerra civil como indicador de la calidad institucional, otros informan de un resultado similar, aunque su resultado se aplica únicamente a los individuos con un alto nivel de educación. Aunque estos modelos muestran un impacto de forma cerrada de los conflictos en la migración, no proporcionan inferencias sobre ningún vínculo causal entre los factores climáticos o medioambientales y los conflictos y, por lo tanto, no abordan la vía indirecta por la que el clima afecta a la migración a través de los conflictos, que a menudo se destaca en los medios de comunicación. El conflicto armado tiende a ser persistente, y los países que han experimentado un gran número de muertes relacionadas con la batalla antes del periodo estudiado tienen una mayor probabilidad de conflicto. Los países con niveles de democracia media, por otra parte, tienden a presentar una mayor probabilidad de conflicto en comparación con sus homólogos plenamente democráticos o autocráticos. Las diferencias en la gravedad de los episodios de sequía (relacionadas con los valores más bajos del SPEI) son capaces de explicar significativamente las diferencias en el inicio de los conflictos en el periodo comprendido entre 2011 y 2015, pero no para 2006-2010. El poder predictivo de la variable se debe sobre todo a su capacidad para explicar los conflictos ocurridos en el intervalo 2010-2012 y, por tanto, parecen estar relacionados con la aparición de conflictos armados en el contexto de la primavera árabe y la guerra de Siria, además de los episodios de guerra en el África subsahariana. Como puede deducirse de la estimación positiva y significativa del parámetro de la variable ficticia de conflicto en la ecuación de selección de solicitantes de asilo, los países que experimentan guerras tienden a ser sistemáticamente más propensos a presentar solicitudes de asilo distintas de las de cero al resto del mundo. Los países con un historial de vínculos de búsqueda de asilo (ya sea como origen o como destino) tienden a tener una mayor probabilidad de enviar o recibir solicitudes de asilo, y esta probabilidad también es mayor en el caso de las naciones que están geográficamente cerca unas de otras. La influencia del clima en la aparición de conflictos y los subsiguientes flujos de búsqueda de asilo se aplica a un contexto geográfico y un periodo de tiempo específicos. Para entender cómo la experiencia de determinadas regiones del mundo en el periodo estudiado y la definición de conflicto afectan a nuestros resultados, realizamos una comprobación de solidez utilizando diferentes especificaciones del modelo. En concreto, para el periodo en el que encontramos un efecto significativo del clima sobre los flujos de búsqueda de asilo (2010-2012), cambiamos la definición de conflicto utilizando un umbral de 25 muertes relacionadas con la batalla y volvemos a estimar nuestro modelo principal excluyendo las regiones de Asia Occidental y África del Norte. Estas fueron las partes del mundo afectadas por la Primavera Árabe, por ejemplo. Los marcos existentes para el estudio de los impulsores de la migración tienden a definir cinco categorías de factores que afectan a los flujos migratorios y la inclusión de este marco en la investigación sobre el cambio climático por parte de: impulsores económicos (diferencias de ingresos y oportunidades de empleo que actúan como determinantes de los flujos migratorios), impulsores políticos (siendo el conflicto una de sus materializaciones más importantes), impulsores demográficos (relacionados con el tamaño y la composición de las poblaciones en las regiones de origen, así como factores relacionados con la salud), impulsores sociales (que incluyen las prácticas culturales) e impulsores medioambientales (vinculados a los servicios de los ecosistemas). Las políticas destinadas a mejorar la capacidad de adaptación para hacer frente a los efectos del cambio climático en las economías en desarrollo pueden tener rendimientos adicionales al reducir la probabilidad de conflictos y, por tanto, los flujos migratorios forzados. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, respecto a sus características y/o su futuro): Desde el punto de vista de las políticas, nuestro análisis empírico proporciona un respaldo empírico a algunos de los argumentos expuestos, entre otros, por Barnett (2003), que aboga por conceptualizar las respuestas globales al cambio climático también en el marco de las consideraciones de seguridad nacional y las preocupaciones de seguridad humana. La integración de las preocupaciones relacionadas con la migración forzosa provocada por los conflictos en el actual discurso político sobre las acciones para combatir el cambio climático parece especialmente urgente en el contexto de las metas definidas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El vínculo entre el cambio climático y la migración no se hace explícito en los ODS, que se centran en las medidas de adaptación y no tratan la migración forzosa y el cambio climático como fenómenos interrelacionados que pueden ser moderados por la aparición de conflictos. Revisor de hechos: Mix conflictos medioambientales, conflictos relacionados con los recursos naturales, migración,