Nueva EconomÃa
Este artÃculo es un complemento de la información sobre derecho financiero, en esta revista de derecho corporativo. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el marco de los aspectos jurÃdicos financieros, sobre este tema. Te explicamos, en relación a los principios, prácticas y normas jurÃdicas financieras y bancarias, qué es, sus caracterÃsticas y contexto. Al inventarse la máquina a vapor se inició la era industrial. Al inventarse la computadora se inició la era informática. Ambos inventos provocaron importantes cambios sociológicos, económicos y también polÃticos. Los fabulosos progresos tecnológicos en las comunicaciones fueron la causa principal de la globalización de múltiples áreas de la actividad humana.
Sin embargo, hubo que esperar el desarrollo explosivo del Internet para que se empezase a hablar y se difundiese el concepto de nueva economÃa. Es importante recalcar que cuando hablamos de nueva economÃa nos referimos a una nueva era económica.
En otras palabras, admitimos que las economÃas de nuestros paÃses asumirán fisionomÃas distintas a medida que sean afectadas por las nuevas circunstancias en que se desenvuelven.
Pero no habrá una nueva economÃa en sÃ, ya que los principios económicos básicos no cambian.
La Nueva EconomÃa en la Literatura
La tesis parcial de la nueva economÃa es que ahora vivimos en una economÃa basada en las ideas y la comunicación, en lugar de la energÃa y los átomos.
Además, esta "nueva" economÃa tiene leyes o reglas distintas, por lo que se comporta de manera diferente a la anterior economÃa industrial. Para que nos vaya bien en el nuevo régimen, tenemos que comprender la nueva dinámica de la información. La literatura Económica hace un gran trabajo al identificar los principios básicos y las implicaciones prácticas del comercio por Internet. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Sobre los conceptos clave de la descentralización y los rendimientos crecientes pueden verse sorprendidos por los ejemplos y recomendaciones de la literatura económica. Por ejemplo, para ilustrar su consejo de "llevar la tecnologÃa a la invisibilidad", la literatura económica habla del Home Motor presentado en la edición de 1918 del catálogo de Sears, Roebuck.
Ochenta años después, esta bestia eléctrica de cinco libras que 'aligerarÃa la carga del hogar' mediante una variedad de accesorios ha sido sustituida por las docenas de micromotores que contienen colectivamente nuestros electrodomésticos: son tan pequeños, tan incrustados y tan comunes que no somos conscientes de su presencia. AsÃ, dado que la medida del éxito de una tecnologÃa es lo invisible que se vuelve, la mejor estrategia a largo plazo es desarrollar productos y servicios que puedan ser ignorados. Los principios se extienden más allá de la venta de productos o servicios concretos para garantizar la supervivencia de la empresa, la carrera e incluso las relaciones personales de los lectores. En la visión de la literatura económica sobre la "economÃa de red" es fundamental la virtud de las relaciones mutuamente productivas, que a menudo pueden ser fomentadas por lo que podrÃa llamarse generosidad ilustrada. AsÃ, en los años 90, sobre el modo en que los programadores del juego de ordenador Doom cosecharon ricas recompensas al facilitar deliberadamente la modificación del código, se recomendaba que en todos los aspectos de su negocio y de su vida personal intente permitir que los demás construyan su éxito en torno a su propio éxito. Esta es una postura contraintuitiva al principio, pero entra en la lógica de la red. Por el contrario, la literatura económica advierte a sus lectores de que eviten los sistemas de propiedad, asà como la lógica habitual de explotar la escasez: Ciertamente habrá escasez en la economÃa de red.
Otro aspecto explora el éxito comercial que se obtiene al distribuir los productos básicos de forma gratuita, o casi gratuita, como "lÃderes de pérdida", y sugiere los beneficios que se obtienen incluso al considerar este esquema de precio cero. Al explicar su recomendación de "alimentar primero la red" abrazando y contribuyendo a los sistemas abiertos, la literatura económica se hace eco de la famosa reticencia de Thoreau a emprender cualquier empresa que requiera un traje nuevo: Evite cualquier plan que requiera la compra de protocolos nuevos cuando los utilizables están ampliamente adoptados. Aunque algunos podrÃan cuestionar la afirmación inicial de la literatura económica de que sus principios se aplican a todas las empresas e industrias, no sólo a las de alta tecnologÃa, es ciertamente cierto en los textos que abordan más directamente la respuesta óptima del empresario al cambio.
La literatura económica, que aboga por la "destrucción creativa" y el "desequilibrio sostenible" dentro de la empresa, recomienda que las empresas se sitúen al borde del cambio estableciendo proyectos aislados de "trabajo de chatarra" para ser pioneras en nuevos productos, métodos y enfoques, que las empresas establezcan sus propias redes de relaciones para dispersar los riesgos y que estén dispuestas a cambiar casi todo sobre sà mismas.
En este sentido, la literatura económica aconseja que, en general, el competidor más feroz no vendrá del propio campo, y recomienda que para buscar innovaciones hay que "ojear las revistas de otros oficios". Datos verificados por: Thomas Tema: finanzas. Tema: financiacion.
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Véase También
Finanzas, Finanzas Empresariales, EconomÃa basada en los activos Cola larga EconomÃa del conocimiento Revolución de la información Desindustrialización EconomÃa postindustrial