PƔnicos Financieros y Bancarios
Este artĆculo es una expansiĆ³n del contenido de la informaciĆ³n sobre derecho financiero, en esta revista de derecho corporativo. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clĆ”sicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el marco de los aspectos jurĆdicos financieros, sobre este tema. Te explicamos, en relaciĆ³n a los principios, prĆ”cticas y normas jurĆdicas financieras y bancarias, quĆ© es, sus caracterĆsticas y contexto.
El PƔnico de 1907
El PĆ”nico de 1907 fue el Ćŗltimo y mĆ”s grave de los pĆ”nicos bancarios que asolaron la Era Bancaria Nacional de Estados Unidos.
TambiƩn se produjeron pƔnicos graves en 1873, 1884, 1890 y 1893 (vƩase la historia de los pƔnicos bancarios), aunque de vez en cuando surgieron otras numerosas crisis financieras de menor envergadura.
Los pĆ”nicos bancarios se caracterizaban por la apariciĆ³n generalizada de corridas bancarias, intentos de los depositantes de retirar simultĆ”neamente sus depĆ³sitos del sistema bancario.
Como los bancos no mantenĆan (ni mantienen) una reserva del 100% de los depĆ³sitos, valĆa la pena estar cerca de la primera fila de depositantes que exigĆan su dinero cuando estallaba el pĆ”nico.
Lo que diferencia 1907 de los pĆ”nicos anteriores es que la crisis se centrĆ³ en las empresas fiduciarias de la ciudad de Nueva York.
La Era de la Banca Nacional durĆ³ desde 1863 hasta 1914, cuando el Congreso, en parte para eliminar estos pĆ”nicos recurrentes, creĆ³ el Sistema de la Reserva Federal.
ĀæQuĆ© causĆ³ el pĆ”nico?
ĀæPor quĆ© se produjo un pĆ”nico? Una respuesta que realmente no es de mucha ayuda es que todos los depositantes de repente se preocuparon tanto por la solvencia o la liquidez de su banco que decidieron que preferĆan tener efectivo que depĆ³sitos. (La solvencia se refiere a la relaciĆ³n entre el activo y el pasivo; un banco insolvente tiene un pasivo mayor que su activo.
La liquidez se refiere a la facilidad con la que los activos pueden convertirse en efectivo sin pĆ©rdida de valor; los activos lĆquidos estĆ”n cerca del efectivo o tienen un mercado en el que pueden venderse fĆ”cil y rĆ”pidamente).
Cualesquiera que sean las razones psicolĆ³gicas mĆ”s profundas, no es difĆcil identificar algunas perturbaciones inmediatas en la confianza de los depositantes que desencadenaron el PĆ”nico de 1907. Una de esas conmociones se produjo el 16 de octubre de 1907, cuando fracasĆ³ el plan de F. Augustus Heinze para acaparar las acciones de la United Copper Company. Aunque United Copper sĆ³lo era una empresa de importancia moderada, el colapso del plan de Heinze dejĆ³ al descubierto una intrincada red de direcciones interconectadas en bancos, casas de bolsa y empresas fiduciarias de la ciudad de Nueva York.
Observadores contemporƔneos como O.M.W. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Sprague (1910) creĆan que el descubrimiento de las estrechas asociaciones entre banqueros y corredores de bolsa aumentĆ³ seriamente la ansiedad de los ya nerviosos depositantes. Durante la Era de la Banca Nacional, el mercado monetario de Nueva York se enfrentĆ³ a las variaciones estacionales de los tipos de interĆ©s y la liquidez resultantes del transporte de las cosechas desde el interior de Estados Unidos a Nueva York y luego a Europa.
La salida de capital necesaria para financiar los envĆos de cosechas desde el Medio Oeste a la Costa Este en septiembre u octubre solĆa dejar al mercado monetario neoyorquino escaso de efectivo.
Como resultado, los tipos de interƩs a corto plazo en la ciudad de Nueva York eran propensos a subir en otoƱo.
Desarrollo de la Idea
Los aumentos estacionales de la actividad econĆ³mica no iban acompaƱados de un aumento de la oferta monetaria porque las estructuras monetarias nacionales existentes tendĆan a hacer que la oferta monetaria fuera "inelĆ”stica". Por lo general, el oro entraba en Estados Unidos desde Europa en respuesta a los elevados tipos de interĆ©s estacionales, lo que aumentaba la base monetaria de Estados Unidos y aliviaba un poco la restricciĆ³n de liquidez. En condiciones financieras mĆ”s normales, el descubrimiento de un plan como el de Heinze podrĆa no haber desatado el pĆ”nico, pero las condiciones no eran normales en el otoƱo de 1907.
La economĆa se habĆa ralentizado, el mercado de valores estaba en declive desde principios de 1907 y la oferta de crĆ©dito se habĆa contraĆdo provocando un aumento de los tipos de interĆ©s.
La rigidez de los mercados de crĆ©dito en Europa, especialmente en Inglaterra, donde el Banco de Inglaterra habĆa estado subiendo su tipo de interĆ©s bancario desde diciembre de 1906, ha estado implicada en el establecimiento de un escenario financiero especialmente precario en 1907.
Por lo tanto, las entradas estacionales normales de oro extranjero no se produjeron en 1907 al subir los tipos de interƩs europeos.
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Debido a que no habĆa un banco central o un prestamista fiable de Ćŗltima instancia durante la Era de la Banca Nacional, no habĆa una forma fiable de ampliar la oferta monetaria en Estados Unidos. La amplia participaciĆ³n de Heinze en la banca neoyorquina se relacionĆ³ posteriormente con uno de sus estrechos y sospechosos socios, C.F.
Morse.
Morse controlaba directamente tres bancos nacionales y era director de otros cuatro bancos.
Tras el fracaso de su intento de acaparar las acciones de United Copper, Heinze se vio obligado a dimitir de la presidencia del Mercantile National Bank, y los depositantes, preocupados, iniciaron una corrida bancaria.
Detalles
Los depositantes empezaron a correr en varios de los bancos controlados por Morse tambiƩn.
La New York Clearinghouse, una organizaciĆ³n privada formada por los bancos para centralizar la compensaciĆ³n de cheques (un cheque se compensa cuando se presenta finalmente al banco en el que se emitiĆ³ originalmente para su pago en efectivo o en reservas), hizo que su examinador analizara los activos de los bancos. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Sobre la base del examen, las autoridades de la CĆ”mara de CompensaciĆ³n declararon que apoyarĆan a Mercantile y a los demĆ”s bancos con la condiciĆ³n de que Heinze y Morse se retiraran de la actividad bancaria en Nueva York. El lunes 21 de octubre, el Mercantile National reanudĆ³ su actividad con una nueva direcciĆ³n, y las corridas en estos bancos nacionales cesaron.
El pĆ”nico en las compaƱĆas fiduciarias
Sin embargo, para el 21 de octubre, nada parecido a un pĆ”nico sistĆ©mico habĆa afectado al sistema bancario de Nueva York.
Detalles
Los depositantes del Mercantile Bank retiraron fondos pero los volvieron a depositar en otros bancos de la ciudad de Nueva York.
Muchos relatos sobre el PĆ”nico de 1907 citan el lunes 21 de octubre como el inicio de la crisis entre las compaƱĆas fiduciarias y el verdadero comienzo del pĆ”nico. A Ćŗltima hora de la tarde de ese lunes, el National Bank of Commerce anunciĆ³ que dejarĆa de compensar los cheques de la Knickerbocker Trust Company, el tercer fideicomiso mĆ”s importante de la ciudad de Nueva York. Vincent Carosso (1987), sin embargo, sugiere que la corrida sobre Knickerbocker comenzĆ³ el viernes 18 de octubre, cuando se informĆ³ que Charles Barney, el presidente de Knickerbocker, estaba involucrado en la esquina de cobre de Heinze. A partir de los documentos privados de J.P.
Morgan, Carosso seƱala que el National Bank of Commerce habĆa estado ampliando los prĆ©stamos al Knickerbocker Trust para evitar las corridas de los depositantes.
La negativa del National Bank of Commerce a seguir actuando como agente de compensaciĆ³n para Knickerbocker se interpretĆ³ como un voto de desconfianza que alarmĆ³ seriamente a los depositantes de Knickerbocker. El lunes 21 de octubre por la noche, J.P.
Morgan organizĆ³ una reuniĆ³n de ejecutivos de la compaƱĆa fiduciaria para discutir formas de detener el pĆ”nico.
Morgan, junto con James Stillman del National City Bank y George Baker del First National Bank, habĆa organizado antes un equipo informal para supervisar los esfuerzos de ayuda durante el pĆ”nico en los bancos nacionales (Carosso 1987).
Les ayudaron varios jĆ³venes expertos financieros encargados de evaluar los activos de las instituciones con problemas e indicar cuĆ”les eran dignas de ayuda. El principal de estos investigadores era Benjamin Strong, de la Banker's Trust Company, que mĆ”s tarde se convertirĆa en presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Strong informĆ³ a Morgan de que era incapaz de evaluar la situaciĆ³n financiera de Knickerbocker en el poco tiempo que quedaba antes de tener que comprometer los fondos. Poco dispuesto a actuar sobre la base de una informaciĆ³n limitada, Morgan decidiĆ³ no ayudar al fideicomiso; esta decisiĆ³n impidiĆ³ que otras instituciones ofrecieran tambiĆ©n una ayuda sustancial. Parece que al principio Morgan no estaba interesado en ayudar a las empresas fiduciarias en general, ya que consideraba que debĆan pagar por su comportamiento arriesgado. No estĆ” claro que fueran mĆ”s arriesgadas; quizĆ”s Morgan simplemente no querĆa ayudar a los intermediarios que competĆan con los bancos. El 22 de octubre Knickerbocker sufriĆ³ una corrida durante tres horas antes de suspender sus operaciones justo despuĆ©s del mediodĆa, habiendo pagado 8 millones de dĆ³lares en efectivo. Ominosamente, junto al artĆculo de primera pĆ”gina que describĆa la corrida del Knickerbocker Trust en la ediciĆ³n del miĆ©rcoles 23 de octubre del New York Times, habĆa un titular que describĆa a la Trust Company of America, la segunda compaƱĆa fiduciaria mĆ”s grande de la ciudad de Nueva York, como el actual "punto sensible" del pĆ”nico. Al llamar la atenciĆ³n sobre la Trust Company of America, el artĆculo del periĆ³dico exacerbĆ³ en gran medida la grave carrera que se estaba produciendo. Barney, que era presidente de Knickerbocker, tambiĆ©n era miembro del consejo de administraciĆ³n (o junta directiva) de Trust Company of America. El martes 22 de octubre, las retiradas de Trust Company of America fueron de aproximadamente 1,5 millones de dĆ³lares; el miĆ©rcoles, cuando se publicĆ³ el inoportuno artĆculo, los depositantes reclamaron otros 13 millones de dĆ³lares de los casi 60 millones de dĆ³lares de depĆ³sitos totales.
Los retiros de Trust Company of America el jueves 24 de octubre fueron de otros 8 a 9 millones de dĆ³lares.
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Durante el lapso de la carrera, que durĆ³ dos semanas, Trust Company of America supuestamente pagĆ³ 47,5 millones de dĆ³lares en depĆ³sitos.
Salvar los fideicomisos
Al darse cuenta de que la quiebra, bancarrota, o insolvencia, en derecho (vĆ©ase quĆ© es, su concepto jurĆdico; y tambiĆ©n su definiciĆ³n como "insolvency" o su significado como "bankruptcy", en inglĆ©s) de Trust Company of America y de Lincoln Trust, otra empresa fiduciaria cuyo problema se habĆa hecho pĆŗblico, pondrĆa en peligro el mercado monetario de Nueva York, cinco importantes presidentes de empresas fiduciarias formaron un comitĆ© para ayudar a los fideicomisos que necesitaran efectivo.
Sin embargo, no todos los fideicomisos estaban dispuestos a cooperar, por lo que el comitƩ no fue capaz de reunir suficiente dinero en efectivo para proporcionar un alivio fiable a una empresa fiduciaria que se enfrentara a una repentina corrida. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Se solicitĆ³ a Morgan mĆ”s ayuda. Morgan, Baker y Stillman sabĆan que la ayuda para Trust Company of America no era segura y vieron que el colapso de varios grandes fideicomisos serĆa desastroso. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Strong habĆa llegado a Trust Company of America en algĆŗn momento despuĆ©s de las 2:00 a.m.
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Del miĆ©rcoles y habĆa comenzado a evaluar sus activos. Esa tarde informĆ³ a Morgan de que Trust Company era bĆ”sicamente sĆ³lida y merecĆa ayuda.
Morgan canalizĆ³ unos 3 millones de dĆ³lares a Trust Company justo antes de la hora de cierre, lo que le permitiĆ³ reanudar su actividad al dĆa siguiente. La ayuda comenzĆ³ a llegar de varias otras fuentes. J.D.
Rockefeller depositĆ³ 10 millones de dĆ³lares en la Union Trust para ayudar a los trusts y anunciĆ³ su apoyo a Morgan. El secretario del Tesoro, George Cortelyou, y los principales financieros de Nueva York se reunieron la noche del miĆ©rcoles 23 de octubre y discutieron los planes para combatir la crisis.
Cortelyou depositĆ³ 25 millones de dĆ³lares de los fondos del Tesoro en bancos nacionales a la maƱana siguiente. Entre el 21 y el 31 de octubre, el Tesoro depositĆ³ un total de 37,6 millones de dĆ³lares en los bancos nacionales de Nueva York y proporcionĆ³ 36 millones de dĆ³lares en billetes pequeƱos para hacer frente a las corridas.
Sin embargo, a mediados de noviembre, el capital de trabajo del Tesoro estadounidense se habĆa reducido a 5 millones de dĆ³lares.
Por lo tanto, el Tesoro no pudo aportar, ni aportĆ³, mucha mĆ”s ayuda durante el resto del pĆ”nico (Timberlake 1978, 1993).
La conexiĆ³n con el mercado de valores
Mientras tanto, para el jueves 24 de octubre, el dinero a la vista en la Bolsa de Nueva York era casi inalcanzable. El dinero a la vista era dinero prestado para la compra de acciones, y las propias acciones servĆan de garantĆa para los prĆ©stamos.
Los prĆ©stamos a la vista podĆan solicitarse en cualquier momento. El tipo de interĆ©s de apertura del call money era del 6%, pero el presidente de la bolsa, Ransom H.
Thomas, observĆ³ una grave escasez de dinero.
En un momento dado, esa misma maƱana se llegĆ³ a ofertar un 60% por el dinero a la vista.
Sin embargo, incluso con esa tasa exorbitante, no se ofreciĆ³ dinero.
La Ćŗltima transacciĆ³n registrada del dĆa fue a la tasa de apertura del 6 por ciento.
Temiendo un colapso total del mercado de valores, Thomas pidiĆ³ ayuda a Stillman. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Stillman remitiĆ³ a Thomas a Morgan, que tenĆa el control de la mayorĆa de los fondos disponibles.
Mientras Thomas viajaba a la oficina de Morgan, la tasa de dinero a la vista en la bolsa alcanzĆ³ el 100 por ciento. El 25 de octubre se requiriĆ³ otro fondo comĆŗn de dinero. Unos 10 millones de dĆ³lares procedĆan del grupo Morgan, 2 millones de dĆ³lares del First National y 500.000 dĆ³lares de Kuhn, Loeb and Company. Esta vez, sin embargo, Morgan permitiĆ³ que el mercado determinara el tipo de dinero a la vista, que se mantuvo en casi el 50 por ciento la mayor parte del dĆa.
Los fondos de Morgan tenĆan restricciones diseƱadas para reprimir la especulaciĆ³n.
En primer lugar, no se permitĆan las ventas con margen, sĆ³lo las ventas en efectivo para la inversiĆ³n.
AdemƔs, la cantidad total de dinero Morgan no se liberaba hasta la tarde. A lo largo de la crisis bursƔtil, tanto Trust Company of America como Lincoln Trust se apoyaron en los esfuerzos de Morgan.
Trust Company of America y Lincoln Trust necesitaban mĆ”s ayuda, y Morgan convenciĆ³ a otros presidentes de fideicomisos para que apoyaran un prĆ©stamo de 25 millones de dĆ³lares para las instituciones con problemas.
Los fondos se facilitaron el 4 de noviembre tras varias noches de negociaciĆ³n. El pĆ”nico empezĆ³ a remitir cuando los presidentes de las compaƱĆas fiduciarias organizadas por Morgan acordaron formar un consorcio para apoyar a las compaƱĆas fiduciarias que se enfrentaban a las ejecuciones. Las corridas mĆ”s graves de depĆ³sitos en la ciudad de Nueva York se limitaron a las compaƱĆas fiduciarias, no a los bancos estatales o nacionales.
Detalles
Los depĆ³sitos se redujeron en todas las sociedades fiduciarias de Nueva York, no sĆ³lo en las mĆ”s importantes, como Knickerbocker (Moen y Tallman 1992). Esto plantea una pregunta. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Si sĆ³lo las empresas fiduciarias eran administradas por los depositantes, Āæpor quĆ© querrĆan los bancos ayudar a sus competidores? El mercado de valores proporciona un vĆnculo clave.
Las corridas de depĆ³sitos obligaron a los fideicomisos a liquidar sus activos mĆ”s lĆquidos, los prĆ©stamos a la vista en el mercado de valores.
La liquidaciĆ³n a gran escala de los prĆ©stamos a la vista redujo el valor de las acciones porque las acciones que servĆan de garantĆa para el prĆ©stamo a la vista tuvieron que venderse rĆ”pidamente para pagar el prĆ©stamo. El aumento repentino de la oferta de acciones deprimĆa los precios de las mismas.
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Dado el predominio de los bancos nacionales en el mercado de prĆ©stamos a la vista, la amplia liquidaciĆ³n de los prĆ©stamos a la vista por parte de los trusts amenazaba los activos de los bancos nacionales.
Los bancos nacionales y la cĆ”mara de compensaciĆ³n eran conscientes de que estaban vinculados econĆ³micamente a las sociedades fiduciarias a travĆ©s del mercado de prĆ©stamos a la vista. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Se dieron cuenta de que los ataques a los fideicomisos podĆan extenderse a los bancos nacionales a travĆ©s del mercado de prĆ©stamos a la vista, lo que daba a los bancos un fuerte incentivo financiero para ayudar a los fideicomisos a detener el pĆ”nico, aunque no tuvieran ningĆŗn interĆ©s legal.
La AsociaciĆ³n de CĆ”maras de CompensaciĆ³n de Nueva York interviene
Mientras los financieros resolvĆan la crisis con los trusts y el mercado de prĆ©stamos a la vista, el dinero y las reservas se habĆan vuelto cada vez mĆ”s escasos en los bancos. El 26 de octubre, la Clearinghouse emitiĆ³ certificados de prĆ©stamo de la cĆ”mara de compensaciĆ³n como mecanismo artificial para aumentar la oferta de moneda disponible para el pĆŗblico, una tĆ”ctica que habĆa utilizado en crisis financieras anteriores en 1873 y 1893. Aunque el sistema bancario nacional no ofrecĆa ningĆŗn mecanismo legal para aumentar rĆ”pidamente la oferta de moneda, los certificados de prĆ©stamo proporcionaban una forma informal (aunque ilegal) de liberar una cantidad considerable de efectivo.
En las operaciones normales, los bancos utilizaban la moneda como activos de reserva y como medio para compensar las cuentas entre sĆ.
Los certificados de prĆ©stamo de las cĆ”maras de compensaciĆ³n permitĆan a los bancos convertir sus activos no monetarios en efectivo durante una crisis: los bancos sustituĆan el dinero en efectivo por certificados de prĆ©stamo en sus compensaciones, liberando asĆ el dinero para pagar a los depositantes que exigĆan efectivo.
En efecto, los certificados de prƩstamo eran pagarƩs entre bancos que estaban respaldados por activos admisibles del banco.
Los certificados de prĆ©stamo no eran reconocidos como moneda por el pĆŗblico ni por los depositantes, y sĆ³lo podĆan circular legalmente entre los bancos, no entre el pĆŗblico. A. Piatt Andrew (1908) seƱalĆ³, sin embargo, que durante el PĆ”nico de 1907 se emplearon varios sustitutos del efectivo en las transacciones. Tras la primera emisiĆ³n de certificados de prĆ©stamo de la cĆ”mara de compensaciĆ³n el 26 de octubre durante el PĆ”nico de 1907, los prĆ©stamos aumentaron inicialmente en unos 11 millones de dĆ³lares.
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Durante las tres semanas siguientes se emitieron mĆ”s de 110 millones de dĆ³lares en certificados en la ciudad de Nueva York.
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Durante todo el transcurso del PĆ”nico, casi 500 millones de dĆ³lares en sustitutos de la moneda circularon por todo el paĆs como "principal medio de pago", segĆŗn Andrew (1910, 515). Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Sprague criticĆ³ a la cĆ”mara de compensaciĆ³n por retrasar el uso de los certificados de prĆ©stamo hasta que el pĆ”nico ya estaba muy avanzado. Ćl creĆa que la emisiĆ³n de certificados tan pronto como la crisis afectara a los fideicomisos habrĆa calmado el mercado al permitir a los bancos acomodar a sus depositantes mĆ”s rĆ”pidamente.
Pormenores
Las ayudas habrĆan ido directamente a los bancos y fideicomisos con problemas, y se habrĆa evitado el engorroso dispositivo de los fondos comunes de dinero. Nunca te pierdas una historia sobre derecho bancario y financiero, de esta revista de derecho empresarial:
Se habrĆan solicitado menos prĆ©stamos, reduciendo asĆ la tensiĆ³n en la bolsa. La cĆ”mara de compensaciĆ³n tambiĆ©n restringiĆ³ la convertibilidad de los depĆ³sitos a la vista en efectivo, una acciĆ³n que, al igual que la emisiĆ³n de certificados de prĆ©stamo al pĆŗblico, era ilegal.
La restricciĆ³n, denominada "suspensiĆ³n de pagos", aumentaba los costes de hacer negocios al dificultar los pagos.
Aviso
No obstante, los bancos continuaron con otras actividades comerciales, como la aceptaciĆ³n de depĆ³sitos y la compensaciĆ³n de cheques.
La suspensiĆ³n de pagos se extendiĆ³ por todo el paĆs a travĆ©s del sistema de bancos corresponsales. Aunque la convertibilidad se restableciĆ³ de forma generalizada a principios de enero, en algunos casos los certificados de prĆ©stamo y otros sustitutos del efectivo circularon hasta marzo de 1908.
ĀæPor quĆ© se produjeron las corridas de las empresas fiduciarias?
HabĆa tres tipos principales de intermediarios financieros durante la Era de la Banca Nacional: los bancos nacionales, los bancos estatales y, mĆ”s adelante, las compaƱĆas fiduciarias. No es de extraƱar que las compaƱĆas fiduciarias fueran el centro del pĆ”nico.
En Nueva York, los activos de las compaƱĆas fiduciarias habĆan crecido fenomenalmente entre 1890 y 1910, aumentando un 244 por ciento durante los 10 aƱos que terminaron en 1907, de 396,7 millones de dĆ³lares a 1.394,0 millones.
En contraste, los activos de los bancos nacionales habĆan crecido un 97 por ciento, de 915,2 millones de dĆ³lares a 1.800,0 millones, mientras que los activos de los bancos estatales habĆan crecido un 82 por ciento, de 297 millones de dĆ³lares a 541,0 millones (Barnett 1911, 234-35). Por tanto, la forma en que las compaƱĆas fiduciarias utilizaban sus activos afectĆ³ en gran medida al mercado monetario de Nueva York. Las compaƱĆas fiduciarias estaban mucho menos reguladas que los bancos nacionales o estatales en Nueva York.
En 1906, el Estado de Nueva York instituyĆ³ el requisito de que los fideicomisos mantuvieran reservas del 15 por ciento de los depĆ³sitos, pero sĆ³lo era necesario mantener el 5 por ciento de los depĆ³sitos como dinero en la bĆ³veda. Antes de esa fecha, los fideicomisos simplemente mantenĆan las reservas que consideraban necesarias para llevar a cabo sus actividades.
Los billetes de los bancos nacionales eran adecuados como reservas de efectivo para los fideicomisos, mientras que los bancos nacionales de las ciudades de reserva central, como Nueva York, debĆan mantener una reserva del 25 por ciento en forma de especie o moneda de curso legal (billetes verdes o del Tesoro, pero no billetes de los bancos nacionales). Al principio, los fideicomisos eran instituciones mĆ”s bien conservadoras, que gestionaban patrimonios, mantenĆan valores y aceptaban depĆ³sitos, pero en 1907 los fideicomisos realizaban la mayorĆa de las funciones de los bancos, excepto la emisiĆ³n de billetes.
Muchos de los fideicomisos mĆ”s grandes se especializaban en la suscripciĆ³n de emisiones de valores.
Otros suscribĆan hipotecas o invertĆan directamente en actividades inmobiliarias prohibidas o limitadas para los bancos nacionales.
Los trusts de la ciudad de Nueva York tenĆan una mayor proporciĆ³n de prĆ©stamos garantizados que los bancos nacionales de la ciudad.
La sabidurĆa bancaria convencional asociaba los prĆ©stamos garantizados con inversiones y prestatarios mĆ”s arriesgados.
Los trusts, por tanto, tenĆan una cartera de activos que podĆa ser mĆ”s arriesgada que la de otros intermediarios. Los bancos nacionales y privados encontraron las funciones de banca de inversiĆ³n de los fideicomisos tan Ćŗtiles que muchos de ellos obtuvieron el control directo o indirecto de un fideicomiso a travĆ©s de sociedades de cartera o colocando a sus asociados en el consejo de administraciĆ³n (o junta directiva) de un fideicomiso.
En muchos casos, un banco y su fideicomiso afiliado operaban en el mismo edificio. Los fideicomisos parecen haber desempeƱado funciones de intermediaciĆ³n diferentes a las de los bancos. Aunque el volumen de depĆ³sitos sujetos a verificaciĆ³n en los trusts era similar al de los bancos, los trusts tenĆan muchos menos cheques (en nĆŗmero y valor) emitidos contra sus depĆ³sitos a la vista que los bancos.
Las liquidaciones de cheques de los trusts eran sĆ³lo un 7 por ciento del volumen de los de los bancos.
Los fideicomisos no eran entonces como los bancos comerciales, cuyos activos son utilizados como saldos de transacciones por depositantes individuales o empresas.
Los bancos nacionales formaban parte de una red de bancos regionales que tenĆan relaciones de corresponsalĆa para agilizar las transacciones interregionales (James 1978, 40).
Los fideicomisos no formaban parte del sistema de bancos corresponsales, por lo que sus depĆ³sitos eran mĆ”s locales y estaban menos directamente sujetos a las recurrentes tensiones estacionales de los fondos. Datos verificados por: Conrad Tema: historia-economica. Tema: historia-empresarial.
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Recursos
A continuaciĆ³n, ofrecemos algunos recursos de esta revista de derecho empresarial que pueden interesar, en el marco de la teorĆa y prĆ”ctica del derecho bancario y financiero, sobre el tema de este artĆculo.