Resolución Alternativa de Conflictos en Camboya
Este artículo es una ampliación de las guías y los cursos de Lawi. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el contexto del arbitraje y la mediación, sobre este tema. Te explicamos, en el marco de la mediación, la resolución de controversias y el arbitraje, qué es, sus características y contexto. Nunca te pierdas una historia sobre arbitraje y mediación, de esta revista de derecho empresarial:
Resolución Alternativa de Conflictos y conciliación basada en la comunidad
La mayoría de los camboyanos evitan los tribunales, que no solo son desconfiados, sino también inaccesibles para los pobres. La falta de asistencia legal y de abogacía es un impedimento significativo, y la gente prefiere la conciliación informal en los niveles de las aldeas y las comunidades para resolver casos tales como pequeñas disparates de tierras, difamación e insulto, divorcio, violencia doméstica, contratos y herencia. Ninh y Henke (2005, 11) informan que la mediación en el pueblo y el nivel de la comuna se experimenta como más fácil, más barata y más efectiva que la mediación a niveles más altos.
Sin embargo, los ciudadanos ven la corrupción, el nepotismo y la (necesidad) imparcialidad como problemas importantes en la mediación del Concilio comunal, mientras que los concejales consideran la falta de conocimiento legal/respeto por la ley, la falta de conocimientos/habilidades por parte del Concilio, y la falta de recursos como el más desafiante. La mediación de casos de violencia doméstica logra resultados mixtos. El acceso a la mediación no se extiende mucho más allá del nivel de la comuna. Para los que están en el sistema judicial, la mediación obligatoria de los administradores de la corte o de los jueces ha sido una parte formal de la ley camboyana durante décadas, aunque interrumpida durante los años de "Pol Pot" (Código de procedimiento civil 2006, por ejemplo, los artículos 97, 104, 220, 222), con acuerdos mediados tratados como órdenes judiciales (artículo 222). Austermiller (2012) indica una necesidad de formación de mediación para los jueces, "orientación administrativa sobre cómo y cuándo mediar", y una ley específica sobre mediación para proteger la confidencialidad y mejorar la observancia de los acuerdos mediados. Para resolver los conflictos laborales fuera de la corte, en 2003 Camboya estableció un Consejo de arbitraje bajo la ley laboral (el derecho laboral o de trabajo, las normas que regulan la prestación de servicios personales por cuenta ajena, remunerada y en situación de subordinación).
Más del 90 por ciento de los casos del Consejo se originan en el sector de la confección.
Los comentaristas han elogiado al Consejo como una reforma legal financiada con éxito en el extranjero; del 2003 al 2010, el Consejo resolvió más del 70 por ciento de los 1.000 casos que recibió. El proceso es obligatorio, pero subraya la conciliación y el arbitraje no vinculante. Las partes pueden voluntariamente acordar el arbitraje obligatorio. Un Reglamento (PRAKAS) redactado en consulta con la OIT y las principales partes interesadas (gestión, trabajo y gobierno) garantiza la independencia de los árbitros, en gran medida mediante un diseño tripartito en el que cada uno de los ministerios de trabajo, sindicatos y empleadores designan un tercero de los árbitros, que no deben ser funcionarios de sindicatos, organizaciones patronales, o el Ministerio. El Consejo opera fuera del financiamiento del Ministerio o del control administrativo. El voluntariado de los procesos del Consejo puede haber contribuido a su reputación de independencia e integridad, pero se le critica como "sin dientes". Asimismo, los sindicatos representados en el Comité Consultivo laboral (que designa a los árbitros) están alineados en gran medida con los CPP (Nuon y Serrano 2010, 130). El deterioro de las relaciones laborales en el sector de la confección, incluidas las huelgas salvajes, además de las represiónes violentas contra las huelgas de trabajadores de la ropa, ha llevado a acusaciones de parcialidad por los sindicatos y la Asociación de fabricantes de prendas de Camboya. A principios de 2015, los FTU amenazaron con boicotear al Consejo debido a que las fábricas no cumplían con las resoluciones. Para fomentar los negocios internacionales, en 2006, Camboya promulgó una ley de arbitraje comercial (Austermiller 2012) y estableció un centro nacional de arbitraje comercial (NCAC).
Sin embargo, el NCAC no recibió su primer caso hasta el mayo de 2015. Las condiciones previas para el éxito de NCAC incluyen la capacidad de las partes para confiar en su independencia de los tribunales gubernamentales y locales (Verghese 2014), por lo que para el futuro previsibles, las empresas probablemente prefieren los centros de arbitraje internacional de Hong Kong o Singapur o el Comisión Internacional de arbitraje económico y comercial de China. Autor: Williams