Sindicalismo en América Latina
Este artículo es una ampliación de la información sobre derecho laboral o del trabajo, en esta revista de derecho empresarial. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el marco del derecho del trabajo, sobre este tema. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Te explicamos, en relación a la seguridad social y el derecho laboral, qué es, sus características y contexto.
Sindicalismo en América Latina en las Ciencias Sociales Latinoamericanas
Aproximadamente el 16 % de la población económicamente activa de América Latina se encuentra organizada en sindicatos (en los años 80). Esta tasa de sindicalización es relativamente baja si se compara con la de países como Gran Bretaña (40%), Suecia (45%) o Italia (35%) que históricamente constituyen la cuna de la organización de los trabajadores.
Sin embargo, con relación al proceso de formación de la clase obrera en América Latina que no comienza sino a principios del siglo XX se puede argumentar con razón que el grado de organización de los trabajadores latinoamericanos refleja el nivel de desarrollo económico de los países de esta región.
Trabajadores sindicalizados en relación con la población económicamente activa en 1960 en algunos países en América Latina.Asunto: latinoamerica. Asunto: historia-latinoamericana. Porcentajes: País Tasa de País Tasa de Sindicalización Sindicalización Argentina 31,7 Guatemala 1,2 Bolivia 11,5 Haití 0,4 Brasil 10,6 Honduras 3,0 Colombia 6,9 México 18,5 Costa Rica 5,7 Nicaragua 3,4 Cuba 65,4 Panamá 4,4 Chile 16,0 Paraguay 3,9 Rep. Dominicana 16,6 Perú 18,2 Ecuador 5,1 Uruguay 17,7 El Salvador 4,4 TOTAL 15,8 FUENTES: Organización de los Estados Americanos (OEA), América en Cifras, 1961 e INSORA, Universidad de Chile, Finanzas y afiliación sindical, Santiago, 1962.
Antecedentes históricos
Las primeras organizaciones de los trabajadores surgen a fines del siglo XIX y a principios del siglo XX.
Son, por una parte, el resultado de la llegada de. inmigrantes europeos a países como Argentina y Brasil que traen consigo orientaciones ideológicas especialmente anarquistas; por otra parte, son el resultado de la puesta en marcha de empresas especialmente mineras en países como Chile y Perú en que se constituyen organizaciones sui generis (denominadas "mancomunales", sociedades en resistencia, etc.), que plantean por primera vez reivindicaciones económicas y peticiones respecto de las condiciones de trabajo.
En esta primera etapa la confrontación con las fuerzas dominantes es violenta y por ello se ha llamado a esta época la etapa heroica del movimiento obrero. Los conflictos internos entre anarquistas, socialistas y mutualistas son frecuentes y dan lugar a la creación de organizaciones paralelas (Alba, Víctor, Historia del movimiento obrero en América Latina, Ed. Libreros Mexicanos Reunidos, México, 1964.) (Geunani, Gino, Investigación sobre los efectos sociales de la urbanización en un área obrera del Gran Buenos Aires, La urbanización en América Latina, ed. Philip Hauser, UNESCO, 1967.) En un segundo momento de la organización de los trabajadores latinoamericanos se puede distinguir por una parte el surgimiento de leyes sociales (protección al niño y a la mujer, derecho de huelga, disposiciones sobre los sindicatos, etc.), que son el resultado del despertar de las clases dominantes a los peligros de la "cuestión social" y la expresión ideológica de grupos católicos que responden a encíclicas como la Rerum Novarum (Morris, James, Elites, intellectuals ami consensus, a study of the social question and the industrial relations system in Chile, Cornell University Press, 1966); por otra parte se puede identificar el surgimiento y consolidación de partidos políticos como el APRA (Alianza Popular de la Revolución Americana) en el Perú, el Partido Junista en Chile (1921), o movimientos políticos como el animado por Getulio Vargas en Brasil y más tarde por Juan Domingo Perón en Argentina, los cuales tienden a expresar y representar en el sistema político las inquietudes de los trabajadores.
La interacción entre esa legislación social y el surgimiento de organizaciones políticas de extracción popular provoca las condiciones para una intervención más concreta de los trabajadores en la vida política y social de los países latinoamericanos. En la época contemporánea y especialmente desde el agotamiento del período ascendente del proceso de industrialización por sustitución de importaciones, el sindicalismo latinoamericano asume muchas veces la defensa de los grupos obreros afiliados a él y olvida a los grandes sectores de trabajadores que no están organizados (marginales) y (se desempeñan en labores no industriales en las ciudades latinoamericanas.
En cualquier caso, la presión reivindicativa constante y a veces la presión política ha desembocado en la puesta fuera de la ley de los sindicatos que se convierten en organismos clandestinos. Desde 1960 en adelante se desencadena en todo el continente una represión a los sindicatos que los elimina de una acción efectiva en Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia (Antonio García, Los sindicatos en el esquema de la revolución nacional: el sindicalismo en la experiencia boliviana de nacionalización y desarrollo, "El Trimestre Económico", octubre 1968, núm. 132). (Martins Rodríguez, Leoncio, Clase operaria e sindicalismo do Brasil, Difusión Europea do livro, sao Paulo, 1968.) (Payne, James, Labor and politics in Peru, the system of political bargaining, Yale University Press, 1965.)
La estructura sindical
En América Latina se pueden distinguir dos tipos de estructura sindical: a) Sindicalización al nivel de la empresa, caracterizada por la imposibilidad de organización al nivel de federaciones, confederaciones, las cuales no pueden intervenir en la negociación colectiva que se limita al empresario y a los dirigentes sindicales de la fábrica. La autonomía del sindicalismo frente al Estado es mayor porque los organismos sindicales no dependen políticamente de éste asegurándose así una independencia en el tipo y en la forma de reivindicaciones presentadas. Es típica de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú. b) Sindicalización al nivel de la rama económica, caracterizada por fa negociación colectiva llevada a cabo por poderosas federaciones industriales cuyos contratos colectivos afectan a todos los trabajadores de una rama económica. El control del tipo y de la forma de reivindicación por parte del Estado especialmente cuando las mismas fuerzas que sustentan a éste sustentan al movimiento obrero en la esfera política se realiza frecuentemente a través de la cooptación de los dirigentes sindicales a la estructura política. Es característica de Argentina y Brasil en los períodos de Perón (1945-1955) y de Getulio Vargas (1930-1945; 1951-1954), respectivamente.
Se puede afirmar en consecuencia que mientras más dependa el sindicalismo de las mismas fuerzas sociales que sustentan al Estado, menos autonomía tendrá el nivel de su acción reivindicativa.
Las relaciones industriales en América Latina
Existen dos modelos básicos: a) El modelo autoritario, el cual considera que el sindicalismo es un obstáculo al desarrollo económico. Las reivindicaciones sindicales a favor de una redistribución del ingreso van en desmedro de la acumulación de riqueza necesaria para acelerar el crecimiento de los países. Asunto: mundo. Este modelo coincide con el desarrollismo, tendencia tecnocrática de la teoría del desarrollo económico, en colocar a la clase obrera como un freno del crecimiento. Los empresarios que adoptan este modelo son aquellos que están relacionados al proceso exportador de materias primas y los que han crecido apoyados por las empresas extranjeras. b) El modelo liberal, que considera al sindicalismo como funcional al proceso de desarrollo económico en la medida que lucha por mejorar la distribución del ingreso que contribuye a aumentar la demanda y a expandir el mercado. Juzga necesario la legislación social para proteger a los trabajadores de un desarrollo capitalista primitivo.
Por lo tanto, los sindicatos son un mecanismo efectivo de regulación de las presiones sociales y en consecuencia protegen obrera al regular rígidamente en algunos casos las posibilidades de presión de la clase trabajadora por leyes restrictivas; g) la influencia que su política económica tiene en las negociaciones colectivas entre empresarios y sindicatos.
El sindicalismo campesino
La organización de los campesinos latinoamericanos es función de su importancia política y del efecto de las reformas agrarias que frecuentemente han contenido disposiciones sobre sindicalización campesina. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Tanto la represión violenta como los obstáculos de tipo legal impidieron a los campesinos constituir organizaciones para defender sus condiciones de vida y de trabajo.
Por ello, el trabajo forzado, la deuda, la represión física, el analfabetismo y el hambre han caracterizado la suerte del campesinado latinoamericano.Asunto: historia-latinoamericana. Asunto: latinoamerica. Después de 1950, y en el caso mexicano ya en 1910, las revoluciones campesinas de Bolivia y de Cuba pusieron en jaque este sistema de explotación y dieron lugar, junto a la implementación en algunos países de reformas agrarias, a formas de organización sindical de los campesinos.
Siguen formas originales de organización menos limitadas en su crecimiento por preceptos legales como había sido el caso de los sindicatos obreros. La acción de los campesinos es más violenta y, si bien podría sugerir un radicalismo político, en general desemboca, cuando obtiene una parte de lo que pide, en tendencias conservadoras limitadas a asuntos económicos eh donde, por ejemplo, la reivindicación por la tierra está ausente (Di Tella, Torcuato, El sistema político argentino y la clase obrera, Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1960); (Alfonso, Almino, Movimiento campesino chileno, GIRA, Santiago, 1970.)
El sindicalismo del sector terciario
Los empleados del Estado no pueden formar organizaciones sindicales en la mayoría de los países. Asunto: mundo. Existe una fuerte organización de los empleados de sectores como los bancarios en donde se han realizado en años recientes al sistema político vigente. Los empresarios que fuertes luchas reivindicativas, Tanto en el comercio adoptan este modelo son aquellos que surgieron en forma autónoma y los que crecieron con apoyo del Estado.
Son los empresarios más nacionalistas que surgieron amparados en el proceso de industrialización por sustitución de importaciones (Alexander, Robert, Labor relations in Argentina, Brazil and Chik, The Free Press, 1965); (Pécaut, Daniel, Histoire et structure du syndicalisme en Colombie, Notes et Etudes Documentaires, "La Documentation Fram;aise", París, julio 1968, Serie: Les Problemes d'Amérique Latine.) La práctica de las negociaciones colectivas del trabajo en América Latina refleja ambos modelos de relaciones industriales. A ellos se debe agregar la intervención del Estado que se manifiesta en: a) la reglamentación de los niveles de remuneraciones; b) la reglamentación de las condiciones de trabajo y de salud en las faenas; e) los niveles de precios que pueden aplicar las empresas y por lo tanto los márgenes de rentabilidad aceptados; d) el nivel de empleo al impedir los despidos por leyes de inamovilidad de la mano de obra; e) la estructura del sector industrial a través de medidas tendientes a capitalizar la industria y a eliminar mano de obra; f) el control de la acción como en el transporte, el hecho característico de constituir una fuerza de trabajo por cuenta propia impide el surgimiento de organizaciones sindicales de tipo tradicional y aparecen formas de reivindicación más propias de los empresarios frente al Estado.
En los sectores marginales surgen organizaciones como las Juntas de Vecinos, los Centros de Madres, que en vez de tener como patrón a un empresario o al Estado deben reivindicar frente a las autoridades municipales que muchas veces asumen funciones similares a las de esos agentes.
Problemas (en los años 70) del sindicalismo latinoamericano
Las organizaciones sindicales deben hacer frente en la década de 1970 a una serie de problemas cuya característica común es la incertidumbre creciente sobre la posición de los obreros en el contexto político nacional. La incapacidad del sistema económico para absorber el crecimiento proyectado de la mano de obra y la subutilización de la mano de obra actualmente empleada se conjugan para impedir un incremento significativo de la productividad del trabajo y para obstaculizar mejorías en la situación obrera. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Tiende a acentuarse la separación entre los sectores de alta y baja productividad.
Se acentúa el problema del paro que. deberá encararse con asistencia económica y social.
En términos generales el incremento de la población "marginal" al sistema económico pesa cada vez más sobre las decisiones del movimiento obrero organizado que debe defender las conquistas del sector integrado al mercado de trabajo, pero no puede olvidar las condiciones de vida de este "ejército de reserva" que amenaza la supervivencia del sector organizado. Por otra parte, el proceso inflacionario mundial, así como las condiciones difíciles en que se desenvuelve el desarrollo económico de la región afectan a las orientaciones de las organizaciones sindicales, endureciendo muchas veces su comportamiento. Esto conduce a una progresiva limitación del ámbito político en que se" desenvuelve el sindicalismo y a la represión política de los sindicatos y de sus afiliados. La clase obrera latinoamericana no puede esperar días felices y se ve más limitada en sus posibilidades de acción y de mejoramiento social y económico. [1]
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Recursos
A continuación, ofrecemos algunos recursos de esta revista de derecho empresarial que pueden interesar, en el marco de las relaciones laborales o de trabajo y del derecho social, sobre el tema de este artículo.
Notas y Referencias
Francisco Zapata (autor original), adaptado y corregido (por esta revista de derecho empresarial) de los términos latinoamericanos que debían formar parte del Diccionario de Ciencias Sociales en español de la UNESCO, publicado en 1975 bajo la dirección de Salustiano del Campo y al amparo del Instituto de Estudios Políticos. Es el resultado de la postura crítica y disidente del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) frente al diccionario de la UNESCO y su respuesta con la obra colectiva “Términos latinoamericanos para el Diccionario de Ciencias Sociales”, publicada en 1976.