Teletrabajo
Este artículo es una ampliación de la información sobre derecho laboral o del trabajo, en esta revista de derecho empresarial. Aparte de ofrecer nuevas ideas y consejos clásicos, examina el concepto y los conocimientos necesarios, en el marco del derecho del trabajo, sobre este tema. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Te explicamos, en relación a la seguridad social y el derecho laboral, qué es, sus características y contexto.
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Noción de Teletrabajo
En materia de empleo y relaciones laborales en la Unión Europea y/o España, se ha ofrecido [1], respecto de teletrabajo, la siguiente definición: Trabajo a distancia, realizado mediante medios telemáticos o de telecomunicaciones. Ha dado lugar a nuevas formas de trabajo a domicilio, particularmente en tareas de procesamiento de datos.
Se trata tanto de una causa como de una manifestación del proceso de descentralización productiva. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Tiene un impacto significativo en los derechos y obligaciones que se derivan de la relación de trabajo.
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Noción de Teletrabajo en el Contexto del Mercado de Trabajo
En relación a las relaciones laborales españolas, teletrabajo ha sido definido de la siguiente forma: El trabajo realizado a distancia, en un lugar distinto al del centro de trabajo (producción) establecido, utilizando las tecnologías de la información y telecomunicación.
Además hay que tener presente que la relación contractual existente entre las partes implicadas puede ser diversa: contrato a tiempo completo, a tiempo parcial, temporal o en régimen de trabajo autónomo.
Consideraciones Generales
Hace referencia la expresión "teletrabajo", en la plataforma (de Lawi) global, fundamentalmente al uso de computadores y telecomunicaciones para permitir a los empleados trabajar a distancia.
En la plataforma (de Lawi), los conceptos y temas relacionados con teletrabajo incluyen los siguientes: Internet, Empleados públicos, Trabajadores del sector privado, Relaciones laborales, Oficinistas, Beneficios del trabajador, Tiempo. Para más información sobre teletrabajo en un contexto más anglosajón, puede verse, en inglés, Telecommuting (teletrabajo).
Con Eficacia
Sin tener que desplazarse cada día.
Sin reuniones espontáneas.
Sin código de vestimenta. El teletrabajo puede parecer un sueño, hasta que las obligaciones personales se interponen en el camino. Estas distracciones son fáciles de ignorar en una oficina, pero en casa puede ser difícil establecer un límite entre el tiempo personal y el profesional. Piense en cuando está trabajando en un proyecto y recibe una llamada de un amigo.
Sabe que necesita terminar el trabajo, pero le parece grosero no hablar con él cuando técnicamente podría hacerlo. O piense en cuando está planificando su lista de tareas diarias, pero también necesita decidir cuándo encajará sus compromisos personales. Dedicar tiempo para hacer algunas coladas al mediodía puede parecer una tarea rápida, hasta que se vea recuperando ese tiempo perdido por la noche. Al final, nunca está del todo claro cuando uno realmente está "conectado" o "desconectado". Como alguien que ha trabajado desde casa durante 12 años y ha sido coach de gestión del tiempo para trabajadores en remoto, he visto y experimentado lo bueno, lo malo y lo feo. Descubrí que los trabajadores en remoto más centrados y efectivos establecen límites para sí mismos para poder realizar su trabajo.
Estos son algunos consejos sobre como hacer que el teletrabajo sea más productivo y satisfactorio, ya sea su forma de trabajo habitual o un día ocasional de trabajar desde casa.
Establezca un horario de trabajo
Puede sonar ridículo, pero si quiere tener un día de trabajo concentrado, imagine que no está trabajando desde casa. Antes de convertirme en coach de gestión del tiempo, mi agenda era caótica. No tenía un horario fijo para estar conectada desde mi ordenador, y a menudo programaba citas personales o hacía recados durante el día. Y como mi vida personal no tenía límites, mi vida laboral tampoco.
Cuando estaba en casa, me sentía culpable por no revisar el correo electrónico comercial a todas horas del día y de la noche. Nunca sentía que pudiese descansar del todo. Pero ocurrió un gran cambio cuando configuré "horas de oficina" para trabajar desde casa (para mí, eso fue aproximadamente de las 9:00 hasta las 18:00 la mayoría de los días entre semana) y aclaré qué era aceptable hacer durante ese tiempo. Me preguntaba a mí misma: "Si estuviera en una oficina, ¿me ocuparía de esta tarea durante el día?" Si la respuesta era no, sabía que tenía que hacer la actividad antes o después del horario de oficina. Las tareas domésticas, los recados y pasar tiempo con amigos se convirtieron en actividades que debían suceder antes o después del trabajo.
Claro que todavía atendería una llamada ocasional de un amigo durante la hora de la comida, o si tenía una tarea urgente como una reparación de emergencia, me ocuparía de ella durante el día.Si, Pero: Pero eran excepciones, no la regla. Al establecer este límite, no solo creé un tiempo de trabajo dedicado, sino que también me di cuenta de que podía centrarme en cosas personales libre de cualquier sensación de culpa "fuera de horas".
Estructure su día
Se puede maximizar la efectividad del tiempo en casa si se configura de manera diferente a un día de trabajo típico. Por ejemplo, si trabaja desde su casa solo un día a la semana o en alguna ocasión, conviértalo en un día sin reuniones.
Si no puede evitar completamente las reuniones, reserve al menos medio día para el trabajo que requiera concentración.
Elija la hora que mejor se adapte a usted, según las reuniones requeridas y sus niveles de energía. Luego defina uno o dos elementos claves que desea lograr durante este tiempo. Podrían ser tareas que requieran una hora o más de atención ininterrumpida, o podrían ser elementos que simplemente requieran un pensamiento más creativo y estratégico de lo que se pueda lograr en el entorno de la oficina. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): También resulta útil cerrar el correo electrónico durante este período, o al menos mantenerse alejado durante una hora a la vez. Avise a sus compañeros de las horas en las que se desconectará, para que no les sorprenda cualquier respuesta retrasada.
Ponga límites para los demás
Para que sus esfuerzos se mantengan, tenga en cuenta a las personas que podrían ver sus días de teletrabajo como días en los que simplemente está en casa. Explique a amigos, familiares y otros conocidos que los días que teletrabaja no son oportunidades para actividades no relacionadas con el trabajo.
Por ejemplo, si está en casa con su cónyuge, dígale: "Voy a estar conectada desde las 8:00 hasta las 17:00. Estaré encantada de hablar durante la comida, pero aparte de eso estaré ocupada". Normalmente, cuando establece expectativas y las cumple (por ejemplo, desconectándose realmente a las 17:00), los demás entenderán sus límites en lugar de dar por hecho que está disponible. (También recomiendo tener un lugar donde puede aislarse de cualquiera que pueda estar en casa, como un despacho o un dormitorio donde pueda cerrar la puerta y quedarse fuera de su vista). En situaciones en las que podría recibir visitas inesperadas, deberá ser diplomático.
Si aparece un vecino, manténgase abierto para conversar durante unos minutos, tal como lo haría con un compañero que pasa por su escritorio.Si, Pero: Pero no sugiera que entre a tomar un café o charlar.
En su lugar, emplee una salida elegante como: "Ha sido maravilloso hablar con usted, pero tengo trabajo que debo terminar", y después establezca un horario para reunirse después de horas o en fin de semana. O bien, si su arrendador le dice que quiere pasarse para hacer algunas reparaciones, propóngale una hora o un día que le resulte más conveniente a usted en lugar de dejar que él tome la iniciativa. Si necesita realizar solicitudes no relacionadas con el trabajo durante el día, fije las expectativas de cuánto tiempo tendrá para dedicarle, en función del horario que tiene en la oficina. Por ejemplo, si su familia le pide que haga recados, estime cuánto podría hacer durante la hora de la comida, y comprométase solo a eso. Por ejemplo, diga: "Podré recoger la ropa de la tintorería y comprar leche durante la hora de comer, pero no tendré tiempo para hacer una compra completa hasta después del trabajo". O descomponga los recados en encargos más pequeños, como: "Hoy puedo dejar el coche en el taller, pero no llegaré a llamar sobre la cuestión del seguro de salud hasta mañana". Cuando comunique sus límites, no tiene por qué hacerlo con tono de disculpa. Expóngalos de manera factual, muestre el mismo respeto por su tiempo de teletrabajo que el que tendría si estuviera en la oficina. A medida que se comunique y viva de acuerdo con estas expectativas, otras personas empezarán a asumirlas, y se encontrará teniendo más tiempo para el trabajo concentrado. Fuente: HBR
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Utilidad
El trabajo en remoto no solo ha cobrado vida sino que ha demostrado ser más beneficiosa que el tradicional modelo de oficina para algunas empresas. La empresa de asesoría para la que trabajamos es una de ellas. Desde que se fundó en 1995, el equipo de ghSMART ha trabajado totalmente en remoto. Más del 80% de nuestro trabajo lo realizan consultores y personal que trabajan desde sus casas. Y nos va bien: ghSMART ha logrado una satisfacción del cliente que supera el 97 % durante la última década, una retención de talento del 93 % y un crecimiento anual por encima del 20 %. Nuestra trayectoria de más de 20 años ha logrado muchos éxitos y nos ha enseñado algunas lecciones valiosas sobre cómo lograr que funcionen las operaciones en remoto. Contratar a la gente adecuada. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Tener equipos que trabajan en remoto requiere contratar a personas capaces de rendir adecuadamente mientras trabajan de forma independiente. Al mismo tiempo, el hecho de que no tengamos que mantener unas oficinas físicas deja margen para pagar sueldos más altos que los demás y atraer el mejor talento. Al dedicar hasta 42 horas a investigar y entrevistar un candidato concreto, nos esforzamos mucho en garantizar que contratamos a la persona correcta. No nos contentamos con entrevistar y seleccionar buenos candidatos; les damos información detallada sobre las finanzas y estrategia de la empresa, el rendimiento (véase una definición en el diccionario y más detalles, en la plataforma general, sobre rendimientos) de un consultor individual y las implicaciones sobre su compensación para que puedan tomar una decisión totalmente informada sobre unirse a nosotros. Hemos aprendido que tanto nosotros como nuestros talentosos candidatos toman mejores decisiones cuando intercambiamos una gran cantidad de información. Centrarse en los resultados. Después de dedicar tanto esfuerzo a incorporar a las personas adecuadas, lo único que tiene sentido es liberarlas. El primer paso, y el más importante, consiste en fijar unas expectativas claras. Nuestros nuevos miembros deben saber exactamente qué resultados nos importan. Les premiamos por lograrlos y superarlos. Hacemos esto mediante un tarjeta de puntuación que proporcionamos a los consultores y miembros de la plantilla para sus roles individuales.
Como equipo de liderazgo, nos esforzamos por mantener la coherencia de los resultados de cada puesto para que todos sepan exactamente dónde está el listón y que este no cambiará inesperadamente. Una vez que se fijen resultados constantes, las conversaciones de la dirección se transmiten por varias vías, como por ejemplo en sesiones de resolución de problemas. Menos microgestión da paso a más opciones, más tomas de decisiones, más libertad y un mayor rendimiento (véase una definición en el diccionario y más detalles, en la plataforma general, sobre rendimientos) a nivel individual. Ayudar a los trabajadores a escoger y ser responsables de su propia aventura. Al determinar el suelo adecuado y no restringir el techo, y pagar por el valor (cuando los consultores superan sus resultados reciben una comisión proporcional al trabajo adicional que entreguen), dejamos la decisión de cuánto trabajar en manos del consultor. Los miembros de nuestro equipo tienen la libertad de, por ejemplo, llevar a sus hijos a una cita médica a mitad de semana mientras son tutorizados en liderazgo (véase también carisma) por un CEO.
Cada consultor tiene la libertad de escoger el tipo de trabajo que quiere realizar, con quién y cuándo. Proporcionamos a todos los miembros de nuestro equipo información sobre lo que han hecho sus compañeros y lo que tienen planificado hacer en un futuro próximo, para que puedan escoger dónde quieren aportar su trabajo.
Al margen del trabajo para clientes, permitimos que los miembros del equipo inviertan en otras áreas, y hasta les proporcionamos recursos. Por ejemplo, a menudo anunciamos un presupuesto de innovación y aceptamos solicitudes para lanzar ideas piloto.
Como resultado, nuestros consultores diseñan voluntariamente nuevas áreas de práctica, realizan investigaciones vanguardistas de liderazgo (véase también carisma) y escriben libros. Nos hemos fijado en que los miembros de nuestro equipo adquieren un fuerte sentimiento de compromiso con las responsabilidades que asumen y no las abandonan cuando las cosas se ponen difíciles.
Se sienten realmente dueños de ellas. Nuestro equipo de liderazgo (véase también carisma) se asegura de que este equilibrio entre las elecciones y los compromisos, el valor de adueñarse del resultado, sea un atributo cultural respetado y celebrado dentro de la compañía. Centralizar de manera ponderada. Nos centramos en permitir que los miembros de nuestro equipo sean los "CEO" de sus vidas profesionales, pero con el tiempo hemos aprendido que no todas sus elecciones aportan valor. Por ejemplo, antes les permitíamos escoger sus propios proveedores de cuidados médicos, y hasta montar sus despachos en casa de la manera que quisieran, pero desde entonces hemos adoptado un plan corporativo y paquete de IT estándar. Esto facilita sus vidas sin eliminar las elecciones que realmente importan. Mientras que hay más ejemplos de tales centralizaciones, nuestro equipo de liderazgo (véase también carisma) mantiene un listón muy alto para este tipo de decisiones porque demasiado control puede erosionar la confianza mutua. [...] En una encuesta de 2014 de líderes empresariales en la Cumbre Global de Liderazgo, casi el 60 % de los líderes afirmaron que más de la mitad de su plantilla trabajaría en remoto en 2020.
Cada año aprendemos más sobre los beneficios del teletrabajo, incluidos el aumento de productividad y la capacidad de atraer a trabajadores millennials. Hemos vivido los beneficios de un modelo de trabajo en remoto: nuestro compromiso de dos décadas con las libertades individuales y la rendición de cuentas nos ha ayudado a convertir nuestra naturaleza en remoto. Lo que algunos podrían considerar una desventaja, en una palanca crítica para nuestro éxito. Le animamos a experimentar con modelos descentralizados y basados en resultados a la vez que obtiene el máximo rendimiento (véase una definición en el diccionario y más detalles, en la plataforma general, sobre rendimientos) de sus equipos en remoto. Puede que hayamos dado con un modelo que solo sea válido en nuestro caso, pero sospechamos que también podría funcionar para usted. Fuente: HBR
Dificultades
No importa cuán gratificante sean las tareas ni lo introvertido que se crea ser, el teletrabajo nos hace añorar la compañía humana. Estos son mis consejos. No siempre los sigo, pero me siento más feliz cuando lo hago. 1. Utilice el tiempo que ahorra para leer un buen libro. La mayoría de la gente lee en el transporte público. Yo lo hacía cuando trabajé durante 10 años en una oficina de Washington D.C. (EE. UU.). Ahora que trabajo desde casa, me permito media hora a las 8:00 y a las 17:00 para coger el libro que esté leyendo. Lo que absorbo normalmente se cuela en lo que escribo y aporta una perspectiva fresca. Ahora mismo voy por la mitad del giro. De cómo un manuscrito olvidado contribuyó a crear el mundo moderno (The Swerve: How the World Became Modern) de Stephen Greenblatt.
Su historia sobre un bibliófilo que descubre un antiguo poema con el que abre la puerta cultural al Renacimiento me ha inspirado para escribir de manera creativa sobre un proyecto de capital riesgo en un informe. De verdad. Asunto: verdad. 2.
Salga de casa al menos una vez al día. Igual que el general Stanley McChrystal recomienda hacer la cama siempre nada más levantarse -por malo que sea el día, ya habrá logrado hacer al menos una cosa-, salir de casa permite sentirse realizada. Dése una vuelta por su barrio, acuda a la oficina de correos o a la tintorería, lleve una pila de revistas antiguas a la sala de espera de un hospital. Invéntese un recado si no tiene ninguno. Existe una salvedad: resístase a la tentación de malgastar cinco euros en Starbucks porque se convertirá en un hábito. Podrá dictar cuánto tiempo se alejará del trabajo en función de los plazos de entrega que maneje, pero tan poco como 10 minutos dedicados a cumplir algún objetivo tangible no relacionado con el trabajo servirá. No necesita hacer la cama, a menos que hacerla impida que se vuelva a meter dentro. 3. No concierte "citas" para trabajar juntos solo porque la otra persona teletrabaje también. ¿Se acuerda de la compañera de habitación insoportable con la que le emparejaron en la universidad al azar solo por haber nacido el mismo año? Si no tuvo una le puedo prestar la mía, obsesionada con los cúters. Reunirse con otros teletrabajadores para "hacerse compañía" se parece algo a eso.
Si no le cae bien la persona que teclea sin cesar desde el otro lado de la cafetería, tampoco tendrán ningún vínculo especial solo porque las dos huyan del desánimo de media mañana. Al final, el sonido de sus dedos contra las teclas le hará querer agarrar el tenedor más próximo y clavárselo en la mano.
Se morirá de ganas de marcharse, pero habrá pagado demasiado por ese estúpido capuchino. 4. Haga feliz a otra persona. Antes tenía siempre una imagen en la pared. Una tortuga de dibujo animado cayéndose desde el techo, presumiblemente hacia su muerte, mientras dice, "Uuuuiiiii, ¡estoy volando!". El bocadillo parecía instar a los pesimistas que llevamos dentro a buscar el lado positivo de cada situación (aunque para empezar no queda claro por qué la tortuga estaba en el techo). Intento recordar esto durante la hora más desesperante del día, normalmente alrededor de las dos de la tarde. Mis ojos están más secos que un desierto y son como ortigas clavadas de tanto mirar la pantalla del ordenador. Apenas siento mi trasero tras no moverme durante horas. Me encuentro al borde de buscar antiguos novios en Facebook o atiborrarme de los brownies que llevan un año en el congelador. Así que esto es lo que hago: llamo a mi abuela de 98 años de edad, porque sé que le hará feliz.
Cuando cuelgo, un puntito de luz se cuela en mi ánimo. Me echo gotas en los ojos, cierro Facebook (otra vez) y vuelvo al trabajo.
5. Repítase "¡Para eso está el dinero!". Mi escena favorita de Mad Men es cuando Peggy se queja de que no se le reconoce su ingenioso material publicitario, y Don Draper, su jefe, contesta, "¡Para eso está el dinero!".
Sí, sentirse reconocido está bien, pero el propósito del trabajo es cobrar un sueldo. Es un hecho innegable. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Trabajar desde casa significa que ningún compañero observará cuánto tiempo le llevó volver a redactar el informe incomprensible de otra persona, ni escuchará con qué destreza recondujo una llamada complicada. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Tampoco entenderá la profundidad de su investigación para que un cliente comprendiese un concepto técnico con la misma facilidad que un experto. Nadie se lo reconocerá, pero desde luego que alguien se alegrará de recibir el fruto de su encargo cuando lo termine. Y usted, a cambio, recibirá su sueldo directamente en casa, en pijama y sin haberse duchado. 6. Haga ejercicio. Mi cinta de correr es la mejor inversión para conciliar la vida personal y profesional que haya hecho jamás.
Sin importar el tiempo que haga fuera, me subo todos los días. No hablo de hacer ejercicio para perder peso, aunque podría ser una ventaja añadida. Hablo de hacer ejercicio en pro de la salud mental y la productividad. Haga un esfuerzo físico que canse lo suficiente como para dejar la mente en blanco. Entonces podrá repoblar su cerebro con problemas y temas que resolverá mejor gracias a su renovada perspectiva. Basado en la experiencia de varios autores, nuestras opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros artículos de esta revista, en cuanto al derecho laboral o del trabajo, y respecto a sus características y/o su futuro): Tiene que ser un ejercicio que le permita no pensar en nada más que en lo que hace en ese instante, que le haga sudar la camiseta y le deje agotado y eufórico. El agotamiento no durará, pero la euforia sí. Le ayudará a superar el resto de su solitaria jornada. 7.
Cuando todo lo demás falle, piense en Maverick.
Conozco a un piloto de la marina de Estados Unidos -llamémosle Maverick- que sirvió a bordo de un portaaviones durante ocho meses en la guerra de Irak.
Si nunca ha visto aterrizar sobre un portaaviones de noche cerrada, le aseguro que resulta terrorífico.Si, Pero: Pero volar durante la guerra, incluso aterrizar a oscuras, fue un placer para Maverick en comparación con los abusos sufridos a las órdenes de un jefe sediento de poder. Una vez, cuando su jefe le llamó a su camarote a las cinco de la madrugada para cantarle las cuarenta sobre alguna supuesta irregularidad, la reunión terminó con un teléfono de disco de la década de 1960 volando contra la cabeza de Maverick. No le dio.
Su historia me reconforta cuando me encuentro encorvada sobre mi portátil y siento lástima de mí misma: no aterrizo un avión sobre un portaaviones de noche cerrada y en guerra. No trabajo a las cinco de la madrugada. No esquivo teléfonos lanzados por un loco cuyo juicio no puedo cuestionar bajo pena de traición.
Hablando de teléfonos, necesito llamar a mi abuela. Fuente: HBR
¿Qué piensas sobre este tema? ¿Tienes alguna experiencia o ejemplo que quieras compartir? ¿Cuál es tu opinión?
Recursos
A continuación, ofrecemos algunos recursos de esta revista de derecho empresarial que pueden interesar, en el marco de las relaciones laborales o de trabajo y del derecho social, sobre el tema de este artículo.
Notas y Referencias
Concepto sobre teletrabajo originariamente publicado por la Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas y S&M, Ltd,; adaptado luego por Antonio Martín V. et al. para FEMCVT, Irlanda